Adicciones en cuarentena: Cómo se multiplicaron los casos
La cantidad de personas que toma alcohol todos los días durante el aislamiento se triplicó en comparación con el período anterior a la pandemia. El dato surge de un estudio realizado por un grupo de investigadores del CONICET que trabajan en el Instituto Gino Germani (IIGG).
Pese a que el relevamiento se hizo solamente sobre 5.000 vecinos de CABA y la Provincia de Buenos Aires, este cambio de hábito es tendencia también en el resto del mundo.
Si la soledad, el encierro y la incertidumbre dispararon los consumos problemáticos en personas sin antecedentes con respecto a este tipo de hábitos, quienes sí registraban un consumo elevado de diversas sustancias, vieron muy incrementadas sus dificultades para controlarlo. “La cantidad de personas que asisten a las reuniones se cuadriplicó desde el comienzo del aislamiento”, explica el coordinador de Narcóticos Anónimos (NA), Ramiro R. (los integrantes de NA mantienen sus apellidos en el anonimato).
Cuando se declaró la cuarentena se juntaron los miembros de NA de todo el país, para definir cómo ayudar a las personas y pasar de la modalidad presencial a la virtual. “El recurso gratuito y libre que ofrecemos es casi de vida o muerte -explica Ramiro-. A su vez, es un programa espiritual”.
Por la pandemia, las reuniones virtuales se convirtieron en maratónicas (duran 24 hs. y cambia el moderador cada dos horas): “Nos quedamos sorprendidos de que el formato virtual haga que la gente se suelte más, a diferencia del presencial”. En tiempos normales, las sesiones duran entre una y dos horas.
“Nosotros como confraternidad vivimos el mejor momento porque brindamos más herramientas a través del formato online. Estamos pensando en sostener las reuniones de 24hs en la pospandemia”, adelanta.
En las reuniones, el anonimato sigue siendo fundamental. “A los asistentes les decimos que pueden elegir no mostrar su cara y les explicamos cómo cambiar su nombre”, explica Ramiro, que pidió ocultar su identidad real antes de esta entrevista.
Desde su lugar como coordinador de NA nota que “la gente siente que la ayuda que brindamos es más necesaria que nunca”.
“La adicción no tiene cura. Pero podemos parar de consumir, eventualmente perder el deseo y practicar los principios que aprendemos en recuperación”, concluye.
El trabajo del Estado
“El consumo atraviesa a todos los sectores sociales. Vivimos en una sociedad de acostumbrada a tapar con algo los problemas”, sostiene Gabriela Torres, titular de la Secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (SEDRONAR). Y aclara: “Por los llamados que recibimos, los estudios y nuestra percepción, notamos que durante la pandemia hay abuso de sustancias, no adicción. Alguien que ya venía consumiendo o un amigo que toma vino más temprano”.
El organismo se dedica a la investigación, prevención, acompañamiento y atención de las personas con consumo problemático de sustancias. Cuenta con la línea 141 que brinda un servicio gratuito, anónimo, de alcance nacional y atiende las 24 horas todos los días a quienes solicitan ayuda para sí mismos, sus familiares o conocidos. También brindan asistencia a través de un chat y un mail.
La funcionaria hace hincapié en que “si uno cree que por abrir un vino a las 5 de la tarde va a solucionar estar en cuarentena, debe estar alerta. Hay que tener registro de cuando uno piensa que una sustancia lo puede salvar para salir de la situación en la que está”.
Desde el organismo registraron también el caso de personas que, en la prepandemia, transitaban el consumo problemático, y con la cuarentena, al sentirse solos, recayeron. “A ellos les pedimos que pidan ayuda”, explica.
Reconoce que lo que “más consumimos los argentinos son las drogas legales: alcohol, medicamentos y tabaco”. Y aunque es una percepción real que hubo un aumento del consumo de sustancias, Torres aguarda tener los datos que está elaborando SEDRONAR sobre el tema.
SEDRONAR tiene también otra investigación en marcha: “Cada provincia tiene su organismo de salud mental o de adicciones, y con esas redes trabajamos en una investigación para saber cómo tuvimos que modificar la atención”, explica Torres.
Los que más llaman a la línea 141 son jóvenes de entre 16 y 25 años pero la titular del SEDRONAR reconoce que “existe un consumo invisibilizado de la mujer y de las diversidades sexuales”. Sobre este tema aclara: “Una mujer que tiene hijos y toma alcohol es muy estigmatizada. En el 141, el 70% de los llamados son de mujeres que piden ayuda para hombres, es decir que hay un rol de cuidadoras que se debe desarmar”.
“Sumamos más personas a la línea durante la cuarentena. Ahora ofrecemos una segunda fase de contención: el que llama nos puede dejar su teléfono, y un segundo equipo de psicólogos y trabajadores sociales lo llaman todos los días si es necesario”, explica Torres.
Las consultas se pueden hacer en el correo: orientac@sedronar.gov.ar, que funciona del mismo modo que la Línea 141. También se puso en funcionamiento el número (011) 4320-1200 opción 3, una línea telefónica para brindar asistencia inmediata, iniciar un tratamiento o responder consultas administrativas.
Junto con Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), la SEDRONAR entregó 2.900 tarjetas de telefonía celular para garantizar conectividad con sus familias a las personas que se encuentran realizando un tratamiento o que cumplen la cuarentena para iniciar un tratamiento por consumos problemáticos.