¿Porqué esta tan difícil no tocarse la cara?
De todas las recomendaciones realizadas, en principio por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y luego rectificadas por el Ministerio de Salud, ante la Pandemia del covid-19 la más compleja de realizar (sin contar el quedarse en casa y evitar ir a Monte Hermoso)es aquella que nos aconseja “no tocarnos la cara”.
Ante la dificultada de poder cumplir una orden tan, en apariencia, simple nos preguntamos “¿Por qué es tan difícil el evitar llevarnos las manos al rostro’”
En 2015 se realizó un estudio el cual observaba a estudiantes de medicina en Australia, los cuales no debía poner sus manos en su rostro. Sin embargo, los estudiantes de la carrera científica llegaron a tocar su cara unas 23 veces por hora, incluyendo el contacto con la boca, nariz y los ojos.
A diferencia de una gran parte de las especies se tocan el rostro como una forma de aseo y para alejar a las plagas, mientras que los humanos y los primates lo hacen por otras razones: este gesto es una herencia evolutiva.
El profesor de psicología de la Universidad de California, Dacher Keltner, explicó que podría ser un mecanismo para calmarse o para coquetear. “Como si fuera el telón que cierra un acto del teatro social, para anunciar el acto siguiente”, aseguró el experto.
Por otro lado, tocarnos la cara también podría ayudarnos a controlar nuestras emociones y la capacidad de atención. “Es un comportamiento fundamental de nuestra especie”, manifestó Martin Grunwald, psicólogo alemán y profesor de la Universidad de Leipzig.
El coronavirus se llega a transmitir de persona a persona por pequeñas gotas que se expulsan por la nariz o la boca de la persona infectada. Además, uno se puede contagiar si toca objetos o superficies que han estado en contacto con el virus.
Un investigador del comportamiento y profesor de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, Michael Hallsworth, comentó que es muy difícil tomar medidas al respecto en la práctica.
Asimismo, sostuvo que “es mucho más fácil que la gente se lave las manos más seguido a que se toque la cara menos veces. No tendrás éxito si les dices a alguien simplemente “no los hagas”, puesto se trata de “un gesto inconsciente’”.
El experto comentó que hay algunas técnicas que podrían ayudar, como ser más consciente de con qué frecuencia uno se toca la cara. “Cuando es una necesidad física como cuando nos pica una parte del cuerpo, por ejemplo, podemos construir un comportamiento alternativo”, explicó.
El experto en comportamiento recomendó que hay que tratar de entender por qué la gente se toca el rostro, “si reconocemos las situaciones que disparan este comportamiento, podemos actuar en función de ellas”, expresó Hallsworth.
Riesgos de contagio y enfermedades
Diversos estudios durante 2012 y 2015 indicaron que el tocarse la cara supone una forma de entrar en contacto con superficies sucias y contaminadas casi garantizada, por lo que es importante desinfectarnos las manos después de usar, por ejemplo, el transporte público o ir al baño.