La belleza poética en la repetición
En una imagen satelital de la Ciudad en noviembre, nuevos cauces violáceos se dibujan sobre algunas de las principales avenidas. La emblemática 9 de julio, Cabildo, Libertador, San Juan, Luis María Campos, Figueroa Alcorta o Corrientes son algunos ejemplos. La avenida Cabildo es la que cuenta con la mayor cantidad de ejemplares: 320. Le siguen avenida Libertador con 272 y La calle Pierina Dealessi con 271.
Los corredores, o sea la repetición de ejemplares de una especie en el arbolado vial, y los grupos de una misma especie en los parques y plazas acentúan la identidad de estos espacios, facilita su mantenimiento, crea corredores biológicos y produce un efecto visual poético.
“Mucha gente viaja a Buenos Aires a ver la floración de los jacarandás. Y eso es porque la especie se repite en forma redundante. No son árboles aislados. Incluso aisladamente el árbol es precioso. Pero la repetición redundante de una misma especie entrega un paisaje cinético que uno puede captar a cierta velocidad, en los autos o caminando. Entonces la sensación y las percepciones, el cómo juega la luz, la sombra, eso lo hace muy atractivo. Y eso redunda en la calidad de recorrido peatonal y vehicular”, explicó Reyes.
Esto no es casual. Desde la Dirección de Arbolado porteña apuntan a mantener y crear estos corredores de la especie jacaranda mimosifolia. “Esa continuidad, homogeneidad, masividad que se logra estableciendo un continuo de árboles de la misma especie le da una fuerza que no la tienen la variedad o la dispersión. El peso o el valor que tiene la uniformidad del paisaje, no lograda por lo construido que es muy diverso, se puede alcanzar a través de una arboleda compacta y uniforme de la misma especie”, indicó Fiorentino.
Más allá de la belleza de esa redundancia, los grupos de ejemplares de una misma especie también responden a una lógica de cuidado. “Apuntamos a lo homogéneo, sobre todo, por una cuestión vinculada al mantenimiento. Es como si tuviésemos un cultivo en la Ciudad. Cuando hacés un cultivo tratás de que todas las plantas sean parejas, iguales y de la misma especie para después poder cosechar en la misma época. Al ser homogéneo, por ejemplo, podemos realizar al mismo tiempo las intervenciones que tenemos que hacer”, agregó Fiorentino.
Otro de los motivos detrás de la presencia de estos bosques urbanos, son los corredores biológicos. “El arbolado debería ser parte de verdaderos parques lineales o corredores biológicos que permitan el tránsito de las aves y le den mayor presencia a la naturaleza circundante al interior de las ciudades”, afirmó Reyes.
Hay una gran cantidad de jacarandás, además de en las avenidas mencionadas, en zonas y espacios verdes como la Embajada de los Estados Unidos, la Facultad de Derecho, Plaza Seeber, el Parque Los Andes y el Jardín Botánico.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con más de 430 mil árboles, el 85% de los cuales se encuentra en las veredas de la ciudad y el resto en parques y plazas públicas. De acuerdo al último Censo de Arbolado de la Ciudad, las especies predominantes son: el fresno americano rojo, el plátano, el ficus, el tilo, el paraíso y el jacarandá.
La Dirección de Arbolado de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, en trabajo conjunto con las comunas, fomenta políticas públicas para contribuir a mantener un arbolado público sano, seguro y sustentable; y promover la calidad ambiental y el embellecimiento del paisaje urbano.
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