La Iglesia renueva sus críticas al proyecto que busca legalizar el aborto
Los obispos que integran la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) renovaron en las últimas horas sus cuestionamientos al proyecto de legalización del aborto que será debatido el próximo jueves en la Cámara de Diputados.
Las criticas de los obispos fueron expresadas en el marco de las celebraciones que se realizaron durante la jornada de ayer, con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, en la cual la Iglesia había invitado a realizar una jornada de oración en los templos de todo el país por el «cuidado de la vida no nacida».
«Somos llamados al banquete de la vida. Que el corazón grande de los argentinos pueda seguir recibiendo a todos los llamados de la vida. Sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno», dijo el titular del Episcopado, el obispo de san Isidro, monseñor Oscar Ojea, al presidir anoche una misa en Tigre.
En ese marco, repitiendo una oración de San Juan Pablo II, el titular del Episcopado elevó una oración por «el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana».
Por su parte, el vicepresidente segundo de la CEA y arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, expresó desde su diócesis: «A contramano de la lucha por la vida que nos unió a todos a lo largo de este año tan difícil, se nos insiste en un proyecto de ley que niega el derecho a la vida de los más indefensos que moran en el seno materno».
En tanto, desde la misa que se celebró frente a la basílica de Luján, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheining, sostuvo: «Si se piensa que un niño en el vientre de su madre es un montón de células, la raíz es el egoísmo. La raíz del mal de nuestro mundo es que tenemos un yo demasiado grande que le pone límites a todas las cosas».
A su turno, el obispo de la diócesis cordobesa de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, consideró que «la inmensa mayoría de los argentinos no quiere esta ley. Los pobres no quieren aborto» y añadió: «Escúchenlo bien, señores y señoras diputados y senadores: No profundicemos el peligroso divorcio de la política de la vida real de las personas».
También el obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida, se sumó a los cuestionamientos, al expresar: «Nos parece un avasallamiento enorme a nuestro pueblo, como seres humanos no creemos que esta es la solución para una mujer que vive un embarazo. La vida humana es valiosa y digna en todas sus etapas».
«Se está debatiendo la vida y la muerte en nuestra nación, tristemente, discutiendo una ley que rompería una tradición en la que nunca hubo una ley que permita matar. Vamos a encomendar especialmente a nuestra Madre toda la patria», sumó, en tanto, monseñor Gabriel Barba, obispo de San Luis, al celebrar la festividad en su diócesis.
Finalmente, el obispo de San Martín, monseñor Martín Fassi, expresó: «No les robemos a los no nacidos la posibilidad de vivir, y de vivir dignamente. Que en Argentina no se robe la dignidad a ningún ser humano, cualquiera sean las circunstancias desde el inicio hasta su fin natural».