Un día como hoy de 1987 se aprobaba la Ley de divorcio vincular en nuestro país
El 3 de junio de 1987, y luego de un gran debate que dividió al país, fue aprobada la ley 23.515 que permitió a personas divorciadas volver a casarse.
La Iglesia católica, en primer lugar y otros grupos conservadores se mostraban en contra de avanzar con esta ley bajo la creencia de que su aprobación terminaría por romper con la institución familiar y acabaría, supuestamente, con un desorden social. El entonces obispo de Mercedes, Emilio Ogñénovich fue uno de los principales detractores y organizó una procesión desde la ciudad de Luján hasta la Plaza de Mayo bajo el lema «la familia es garantía y esperanza en nuestra patria».
Desde que comenzó la democracia entraron al Congreso varios proyectos destinados a darles un marco legal a las parejas con deseo de separarse. Pero la que prosperó y pasó a la historia fue la del diputado radical José Bielicki. El gestor de aquella norma lo recuerda de esta manera: “Durante la campaña electoral hubo partidos que proponían el divorcio. La UCR no porque Don Hipólito Yrigoyen se había opuesto. Pero yo les explicaba a los correligionarios que las cosas habían cambiado y que había que contemplar la situación de mucha gente que no podía ir a casarse a Montevideo o a Paraguay, como era costumbre de la época”.
Antes de presentar el proyecto en el Congreso, Bielicki decidió advertírselo a un hombre de la Iglesia Católica con quien mantenía amistad: Justo Oscar Laguna, el obispo de Morón. “Le expliqué que era nuestra responsabilidad política como legisladores darle una solución a 2.500.000 de argentinos que vivían juntos sin poder casarse y le pedí que no transformasen el tema en una guerra santa”, recuerda.
El obispo de Morón se mostró conciliador. Incluso en una entrevista que a propósito del debate sobre el divorcio le hizo el periodista Bernardo Neustadt: “El divorcio es un mal, pero es un mal para los católicos, y no podemos imponer en una sociedad plural una ley que toca a los católicos. Son los católicos los que tienen que cumplirla y no el resto”.
En paralelo, otra parte de la Iglesia intentó por todos los medios impedir que esta medida fuera aprobada, organizaron procesiones poniendo imágenes divinas como cabeza de marchas y hasta presionaron a integrantes de ambas Cámaras y al mismo presidente de la Nación para que tome cartas en el asunto.
El 19 de agosto de 1986 se aprobó el proyecto de ley en la Cámara de Diputados. Diez meses más tarde, con 177 votos a favor y 35 en contra, el Senado también le dio su aval. Finalmente el 3 de junio de 1987 el Congreso de la Nación aprobó la Ley 23.515 que permitió no solo divorciarse sino también volver a contraer matrimonio.
Hace pocos años, el 31 de julio de 2015, se sancionó un nuevo Código Civil y Comercial que liberalizó aún más la tramitación del divorcio y estableció nuevas normas familiares más liberales como la creación de la unión convivencial e incluso estableció la aplicación del mismo para los trámites iniciados con anticipación.