Ni son respiradores, ni los donó Leo Messi: La ANMAT aclaró lo sucedido
Fuentes de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) informaron este miércoles el motivo por el que el ente regulatorio no autorizó el ingreso de los ventiladores mecánicos donados por la Fundación Messi a la Municipalidad de Rosario, ciudad natal de Lionel Messi.
«Se aclara que la ANMAT no autorizó el ingreso de los productos denominados ‘balón resucitador automatizado mecanizado’ (mencionados como ‘respiradores’), que fueran donados por la Fundación Messi a la Municipalidad de Rosario, por no presentar ante esta Administración Nacional la documentación necesaria para la autorización de ingreso de la donación», publicaron las fuentes oficiales.
Los 32 «ventiladores mecánicos», son «prototipos que no cuentan con el certificado de libre venta emitido por la autoridad sanitaria de origen», explicaron. Por eso permanecen desde agosto del año pasado en un depósito del Aeropuerto Internacional de Rosario (AIR).
«La solicitud de ingreso iniciada por el receptor de la donación ingresó en agosto del año 2020. Durante el mismo mes se indicó la documentación faltante y desde ese momento no se ha recibido ninguna nueva información», señalaron desde la ANMAT.
La Fundación Messi envió los ventiladores mecánicos a Rosario cuando la ciudad, y toda la provincia de Santa Fe, ya estaba sumida en el pico de la segunda ola de contagios masivos por coronavirus.
El equipamiento había sido donado a la Fundación Messi por la fábrica automotriz Seat, de España, pero no fueron utilizados en ese país por lo que fueron enviados a la Argentina. Tras quedar «trabados» en la Aduana, la Municipalidad de Rosario presentó un planteo ante la ANMAT.
La organización benéfica había comunicado en agosto de 2020 que «ha hecho llegar a hospitales de la localidad argentina de Rosario la primera tanda de 32 de un total de 50 equipos de respiradores para atender la emergencia sanitaria por el coronavirus».
Pero en su página web la ANMAT advierte que «más allá de la buena intención por parte de los donantes, éstos no deben enviar ninguna donación sin previa consulta y conformidad del Instituto Nacional de Productos Médicos, a fin de evitar inconvenientes y gastos innecesarios».