Luego de 4 meses en la Antártida, el rompehielos “Almirante Irízar” regresa a Buenos Aires
El rompehielos “Almirante Irízar” regresa este lunes al mediodía al puerto de Buenos Aires después de completar una travesía de cuatro meses en los mares de la Antártida, donde completó el abastecimiento y el relevo del personal que opera las bases de Argentina en su territorio del continente blanco.
El ‘Irízar’ demoró su regreso unos días para embarcar en Ushuaia a veteranos sobrevivientes del crucero ‘General Belgrano’ que junto al ministro de Defensa, Jorge Taiana, encabezaron un homenaje a ese buque en el exacto punto del Atlántico Sur en el que fue hundido por un submarino británico durante la Guerra de Malvinas a las 16.02 del 2 de mayo de 1982.
A bordo del que rompehielos, que ya abandonó el puerto de Ushuaia en dirección a Buenos Aires, el comandante del “Irízar, el capitán de navío Carlos Musso Soler, afirmó que “se puede considerar que esta Campaña Antártica de Verano fue exitosa porque se pudieron cumplir todos los objetivos previstos y aún más porque hubo tareas que no estaban planificadas y también se llevaron adelante con éxito; en estos cuatro meses cumplimos con todos los puntos de las tres etapas que se diseñaron para reabastecer las bases, relevar el personal y apoyar las tareas científicas”.
Musso Soler sostuvo que “para el rompehielos las tareas más complejas cada verano con el abastecimiento de la base Belgrano II por su posición alejada al sur del mar de Weddell y el de la base Marambio que por su ubicación sobre una meseta toda la carga y descarga recae en los helicópteros; cuando esos dos puntos están cumplidos un empieza a considerar que la parte más importante del esfuerzo está resuelta”.
“Las tareas en el rompehielos no se terminan cuando amarremos en Buenos Aires, los que participaron de la campaña antártica entran en una licencia reglamentaria de 30 días, pero ingresan los que vienen de pase para comenzar a acondicionar el buque que en noviembre tiene que estar completamente listo para zarpar de nuevo hacia la Antártida”, advirtió.
Musso Soler comentó: “este año toca entregar el mando del rompehielos, es el sexto año de mi carrera a bordo del buque en el que primero estuve como teniente de corbeta, después como teniente de navío y estos dos últimos años como comandante; estoy muy alegre porque cumplí el objetivo con el que ingresé a la escuela naval que es ser comandante y pude hacerlo en este buque tan importante que es la culminación de una carrera antártica, pero también con mucha tristeza porque cuesta irse”.
“Cuando ingresemos al puerto de Buenos Aires tocará descargar todo lo que nos trajimos de la Antártida, limpiar, pintar y acomodar el rompehielos para que quede listo para entregarle el mando al nuevo comandante mientras que yo tendré un nuevo destino en el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas”, completó el marino.