Problemas con la nueva generación de satélites Starlink (video)
Hasta la fecha, SpaceX ha desplegado más de 2900 satélites Starlink, y 2286 de ellos aún siguen en órbita. Sin embargo, esta cantidad representa una preocupación para la astronomía profesional:
Un artículo reciente, publicado en la revista Nature, afirma que el telescopio Zwicky Transient Facility (ZTF), ve a los Starlinks en el 18% de sus imágenes de cielo profundo.
SpaceX intentó mitigar este problema de muchas formas: pintando de negro los satélites, incorporando visores, o inclinandolos en ángulos específicos dependiendo del Sol.
Una de las mejores soluciones fue el Visor Sat, que ayudó a reducir los Starlinks en aproximadamente una magnitud, sin embargo, la nueva generación de satélites no incorpora esta función, ya que un visor interferiría con las nuevas comunicaciones láser de línea de visión entre satélites.
“Los trenes Starlink ahora son una vista familiar, la bendición y la perdición de la era moderna. Si bien el megasatélite de SpaceX promete convertirse en un verdadero disruptor en el juego mundial de Internet, también tiene el potencial de aumentar la carga de la contaminación lumínica en el cielo nocturno. ¿Llegará pronto un momento en un futuro no muy lejano en el que las «estrellas» artificiales en movimiento superen en número a las reales?” reza el articulo.
El problema para los astrónomos realmente no se hizo evidente hasta el primer lanzamiento de 60 satélites Starlink en mayo de 2019. Hasta la fecha, SpaceX ha lanzado lotes de Starlink a un ritmo vertiginoso, con más de 2900 en total desplegados y 2286 todavía en órbita y en servicio a partir de ese momento.
A principios de agosto de 2022. En última instancia, SpaceX quiere poner 12 000 Starlinks en órbita terrestre baja (según lo aprobado actualmente por la FCC) con disposiciones para posibles 30 000 más. El servicio de Internet de Starlink se puso en marcha a fines de 2020. A diferencia de la naciente constelación de Iridium, que en realidad solo encontró aplicaciones de nicho, Starlink ya está demostrando su valía. Por ejemplo, Starlink actualmente mantiene Internet en Ucrania durante la invasión rusa en curso.
La principal preocupación en la astronomía profesional es el impacto en los estudios actuales y futuros de todo el cielo, como el telescopio Vera C. Rubin. Este sondeo recorrerá el cielo todas las noches hasta una tenue magnitud +22. Un artículo reciente en Nature señala que el telescopio Zwicky Transient Facility (ZTF) de 1,5 metros en Palomar ve rayas Starlink en el 18% de sus imágenes de cielo profundo. Una declaración reciente de la Unión Astronómica Internacional pidió que los Starlinks operativos caigan por debajo de la magnitud +7.
SpaceX ha intentado abordar el problema, con diversos grados de éxito. Esto ha incluido pintar de negro los satélites del tamaño de una mesa de café, agregar viseras, calcomanías e inclinarlos hacia el sol durante los pases crepusculares. VisorSat ayudó a reducir los Starlinks en aproximadamente una magnitud… pero la nueva generación de Starlinks no incorpora esta función, ya que un visor interferiría con las nuevas comunicaciones láser de línea de visión entre satélites.
Por supuesto, la contaminación lumínica no es realmente nada nuevo, y el problema es anterior a Starlink. El problema actual que muchos observadores de estrellas han notado es que, a pesar de los esfuerzos de mitigación, los trenes Starlink aún son brillantes, especialmente en el despliegue orbital inicial antes de que se coloquen en altitudes operativas más altas.
“Tal vez, el Departamento de Defensa de EE. UU. Podría echar una mano y revelar cómo el satélite clasificado Lacrosse-5 hace un «acto de desaparición» en ocasiones. O tal vez, la IA (inteligencia artificial) simplemente encontrará una manera de identificar y borrar las rayas de Starlink en las imágenes (los astrofotógrafos ya han sido pioneros en una técnica similar para borrar las rayas de los satélites)” reflexionan sobre el cierre en el artículo.
