El Índice de Nivel de Vida de los Trabajadores (INVT) no logra recuperarse y está en niveles de diciembre de 2019

En julio se deterioró 1,9% mensual y 42,5% desde su máximo.
El INVT mide la evolución del poder adquisitivo de los salarios privados (registrados y no registrados) en términos de acceso a la Canasta Básica Total informada por el INDEC, que a su vez se utiliza para medir la línea de pobreza en Argentina. Sí el indicador baja es que están cada vez más cerca de ser pobres y que más de ellos lo son. Lo contrario sucede cuando el índice muestra una suba.
En julio. mostró una caída de 1,9% mensual en julio (último dato disponible), la segunda mayor caída mensual en toda la Administración Fernández (la más pronunciada había sido en el año 2020). Con esto, el Índice revirtió la recuperación del segundo semestre de 2021 y volvió a los niveles que ostentaba en diciembre de 2019, mes de la asunción del presidente Alberto Fernández.
Además, desde su pico en septiembre de 2013, máximo de la serie y también máximo histórico, el Índice cayó 42,5%. En otras palabras, en una década el poder adquisitivo de los salarios privados prácticamente cayó a la mitad.
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Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso expresó que “la aceleración de la inflación en 2022 golpeó fuertemente al poder adquisitivo de los salarios, en especial en términos de acceso a la canasta básica. De ahí que estemos viendo un proceso generalizado de reapertura de paritarias”. Marí agregó que “sin embargo, el verdadero problema es que desde hace más de una década que la economía argentina no crece. Escuchamos frecuentemente que de esta crisis se sale creciendo, pero si no se aplican reformas para recuperar la inversión y la innovación entonces no veremos un cambio de tendencia en el nivel de vida de los trabajadores”.
Aldo Abram, Director Ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso, consideró que “el impuesto inflacionario con el que el Banco Central financia los excesos de gasto del Estado es por demás regresivo; ya que, en proporción, le quita más a quienes menos tienen, empobreciéndolos aún más”.
Por otro lado el economista asevera que no es el único factor que llevó a décadas de crecimiento de la pobreza de los argentinos y ejemplificó: “Imaginémonos un empresario que pone una fábrica y nos contrata para manejar una máquina de última tecnología. Como producimos mucho, podemos ganar mucho. Sin embargo, los gobiernos empiezan a exprimir al dueño de la fábrica con impuestos y agobiarlo con regulaciones, la mayoría absurdas; por lo que, cansado, dejará de invertir. Nuestra máquina se volverá cada vez más vieja y empezará a estar “atada con alambres”; por lo que producirá menos. Eso implicará que empezaremos a ver bajar nuestro sueldo; porque no nos pueden pagar más de lo que producimos o la empresa quebraría y todos quedaríamos sin ingresos. Eso es lo que le está pasando a los argentinos y, por eso, vemos como nos empobrecemos con el paso del tiempo.”
Finalmente agregó que “si queremos que esto cambie hay que hacer las reformas estructurales que permitan curar a nuestra economía de las enfermedades terminales que nos llevan de crisis en crisis. Por eso, la fundación ha desarrollado propuestas para poder implementarlas que pueden leerse en su página de internet”.

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