El ritual de la quema de muñecos en La Plata
Cada 31 de diciembre los y las vecinas de La Plata realizan la quema de muñecos gigantes, construídos por sus propias manos. Una tradición que data de, al menos, unos 70 años atrás.
Decimos que hace, al menos, unos 70 años, porque la versión oficial sobre el comienzo de esta costumbre se remonta a la década del 50, cuando se levantó el primer muñeco de la ciudad, que representaba a un jugador de Cambaceres, frente al almacén de Luis Tórtora, en la esquina de 10 y 40. Sin embargo, existe otra versión que dice que la quema de muñecos en la zona es algo anterior a esa fecha y sitúa su origen en los años 30. Esta historia nos cuenta que, cuando las vecinas de la zona limpiaban sus casas para recibir visitas en las fiestas, dejaban la basura en las esquinas del barrio y, con esos materiales que desechaban, los niños armaron los primeros momos.
¿Por qué se utiliza el fuego como ritual de fin de año?
Existen dos versiones que lo explican. La primera asocia este singular ritual a las Fallas de Valencia, en el cual también se queman figuras de gran tamaño que, en general, representan temas de actualidad. La segunda lo vincula con una tradición italiana, más precisamente de la isla de Cerdeña, en la cual se realizaban las estructuras de los muñecos utilizando caña. En La Plata se encontraron antecedentes de muñecos confeccionados con esa técnica por un inmigrante italiano, por lo que no queda del todo claro de dónde surgió la inspiración inicial que dio origen a esta tradición en la ciudad bonaerense. De cualquier forma, lo que nos importa hoy es el valor que tiene para los vecinos esta costumbre que acompaña cada 31 de diciembre.
La Municipalidad de La Plata, cada año, otorga premios a los mejores muñecos, pero probablemente ese no sea el motivo primordial por el cual los vecinos invierten su tiempo y su dedicación en la creación de los momos.
En su mayoría, quienes participan en la construcción de los muñecos son chicos de entre 9 y 16 años, aunque los vecinos mayores también colaboran de alguna forma, donando dinero o materiales para su confección. Según datos de la Municipalidad.
La tradición de los momos de fin de año tendrá este 2022 una novedosa característica, ya que se autorizó la instalación provisoria y por única vez de puestos de venta de comida y bebida sin alcohol por parte de los creadores para solventar gastos.
A la par, el Municipio lanzó una plataforma digital, desde la cual se puede ver el avance, la localización y contenidos de color de cada estructura.