En el marco del Día Mundial de la Obesidad, expertos en salud alertan sobre la discriminación y el estigma que padecen las personas con esta enfermedad crónica.
Cada 4 de marzo se celebra el Día Mundial contra la Obesidad. Esta fecha se busca concienciar a las personas sobre el terrible daño que conlleva para el organismo una dieta alta en grasa y azúcares. Ademá de concientizar a la sociedad sobre la enfermedad de la obesidad.
De acuerdo con las estadísticas, una de cada cuatro personas en el mundo padece obesidad, una condición que no solo aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, sino que también puede ser objeto de prejuicios y discriminación en diversos ámbitos de la vida.
A menudo, las personas con obesidad enfrentan barreras y obstáculos para acceder a una atención médica adecuada y para encontrar trabajo, lo que puede afectar negativamente su calidad de vida y aumentar el riesgo de sufrir depresión y ansiedad.
El estigma hacia las personas con obesidad también puede tener efectos perjudiciales en su salud física, ya que muchas personas pueden sentirse avergonzadas o inseguras para hacer ejercicio o adoptar estilos de vida saludables. Esto puede perpetuar el círculo vicioso de la obesidad, lo que aumenta aún más el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Para combatir el estigma y la discriminación hacia las personas con obesidad, es importante concientizar y educar a la sociedad sobre la complejidad y los factores multifactoriales de esta enfermedad crónica. La inclusión de perspectivas y voces de personas con obesidad en la conversación también es fundamental para cambiar la percepción de la sociedad y promover una cultura de aceptación y comprensión.