El drama del COVID-19 en los Barrios Populares de La Matanza
Sacerdotes de la Diócesis de San Justo que viven y trabajan en las villas y barriadas de Matanza, advierten de la necesidad de que exista un Estado inteligentemente presente y dialogando con la comunidad organizada para responder a la emergencia producida por la pandemia.
Por tal motivo, emitieron un comunicado que surge de su propia experiencia en las últimas semanas. El mismo está firmado, entre otros, por Eduardo García (Obispo de San Justo), Basilicio Britez (Parroquia San Roque González y Compañeros Mártires. Bº Almafuerte), Santiago Rostom (Iglesia Catedral de los Santos Justo y Pastor. San Justo) y Mauricio Cardea (Parroquia San Roque (Capilla San Jorge). Bº Villa Las Antenas)
A noventa días de la cuarentena, recién hace diez días que se han comenzado a realizar los testeos en nuestras barriadas y en algunos casos han sido simplemente encuestas. Creemos que el operativo DETECTAR debería implementarse de modo estable en los barrios buscando acompañar la situación epidemiológica diaria de nuestra gente. No alcanza con operativos que pasan una vez y se van. Esto se suma a las dificultades que ya se venían dando en la atención médica de nuestra gente.
En la mayoría de casos de nuestros barrios el protocolo de Covid no funciona y en estas últimas semanas lo hemos comprobado de manera muy particular porque han sido nuestras Parroquias las que respondieron a los llamados de los vecinos y efectuaron innumerables traslados para realizar testeos y consultas médicas en hospitales del distrito:
✓ Los teléfonos oficiales no dan respuestas.
✓ Los traslados no se dan a tiempo.
✓ Las personas que esperan resultados vuelven a sus hogares y no a lugares de aislamiento.
✓ Los resultados llegan demorados.
✓ Muchas personas con Covid confirmado vuelven a sus casas que no son lugares apropiados para el aislamiento (falta de agua y cloacas, hacinamiento, precariedad edilicia, etc.).
✓ Muchos están en situación de calle o ya no pueden sostener el pago de alquileres.
✓ No se da un seguimiento regular de los casos de aislamiento.
✓ Muchas de las personas que son contactos estrechos no cuentan con el acompañamiento requerido.
✓ Hay poca presencia del Estado ayudando a que se cumpla con el distanciamiento social, el uso del barbijo, las reuniones en espacios públicos, etc.
✓ No se conoce la cantidad de personas con Covid positivo en nuestros barrios. Sin esa información es imposible recalibrar todo el trabajo comunitario que hacen nuestras comunidades.
Estamos entrando en el momento más crítico de la pandemia y nuestras Parroquias están acompañando a sus comunidades con muchas acciones. No podemos ni queremos suplir al Estado, pero podemos y queremos colaborar. La comunidad se organiza colaborando con el cuidado de nuestro pueblo y sumando a las estrategias del Estado. Lo constatamos día a día, sobre todo en innumerables mujeres de nuestros barrios que están haciendo un enorme trabajo invisible y silencioso.
Creemos indispensable una Argentina unida en este tiempo de crisis, dolor y drama. Es por esto que insistimos en el trabajo articulado entre el Estado y los distintos actores que nos encontramos trabajando en los barrios.
No basta una intervención estadocéntrica que cree poder solucionar todos los problemas directamente y sin otros actores locales, así como tampoco alcanza con comunidades que se organicen sin el acompañamiento del Estado. Es necesario buscar estrategias que fortalezcan la red entre el Estado y las organizaciones comunitarias.
Los vecinos y vecinas, las Iglesias, las organizaciones sociales y el Estado en todos sus niveles pueden encontrar soluciones integrales y viables a esta crisis y a la injusticia social histórica que se vive en nuestros barrios y que esta pandemia ha dejado al descubierto en carne viva.
Nadie se salva solo y con el padre Carlos Mugica volvemos a afirmar que “ahora más que nunca tenemos que estar junto al Pueblo”.