Los países del Sahel ven insuficiente la moratoria de deuda que ofrece el G20 e insisten en la condonación
El presidente de Mauritania, Mohamed Uld Cheij Mohamed Ahmed, ha afirmado este martes que los países del G5 del Sahel consideran insuficiente la moratoria de deuda externa a la que se ha mostrado dispuesto el G-20 y ha insistido en reclamar una condonación. «Es un avance y lo saludamos pero pensamos que es insuficiente para resolver los problemas ligados al endeudamiento excesivo», ha señalado.
Como presidente de turno del G5 del Sahel –integrado por Burkin Faso, Chad, Malí Mauritania y Níger–, ha comparecido en rueda de prensa tras las Cumbre de Nuakchot junto al presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez.
El problema de la deuda, ha dicho, se ha agravado con la pandemia, de manera que «el servicio de la deuda se ha convertido en algo insoportable» para estos países y absorbe una parte no menor de sus presupuestos. Así, ha manifestado que los países quieren una cumbre internacional dedicada a la deuda para seguir avanzando en esta reivindicación.
A la deuda se ha referido también Sánchez, pero sin dar detalles sobre su posición. Preguntado sobre si ha intercambiado con sus colegas africanos experiencias y lecciones en la gestión de la pandemia, ha respondido que, más que sobre eso, han hablado de la necesidad de reactivar la economía, y que el problema de la deuda del Sahel deben tenerlo en cuenta las organizaciones internacionales.
Por su parte, Macron ha señalado que en la cumbre han mantenido un intercambio sobre cómo debe ser la solidaridad europea en el marco de la pandemia de COVID-19.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que ha participado en la cumbre por videoconferencia, ha resaltado que «el Sahel ha sufrido demasiado» y ha agregado que «la pandemia de COVID-19 se ha sumado a los riesgos vinculados al cambio climático, la precariedad económica y la degradación continua de la situación de seguridad».
«El acceso limitado a los servicios sociales básicos y la ausencia de perspectivas socioeconómicas para la mayoría de la población, y especialmente para los jóvenes y las mujeres, agravan una situación humanitaria que es ya extremadamente frágil», ha argüido.
Por ello, Guterres ha reiterado su llamamiento a un «alto el fuego mundial» y una «respuesta humanitaria global», antes de sostener que «ello representaría un acto importante para limitar los efectos devastadores de la pandemia de coronavirus y reforzar la capacidad para hacer frente a los desafíos a los que hay que hacer frente».
«En el marco global de la Estrategia Integrada de la ONU para el Sahel y su plan de apoyo, redoblamos los esfuerzos», ha puntualizado Guterres, quien ha destacado que el organismo está movilizado «para apoyar los esfuerzos nacionales contra la COVID-19 y acompañar juntos a los países del Sahel en la vía de la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible».
La pandemia ha dejado hasta la fecha 9.195 casos de coronavirus, con 433 fallecidos, en los países que integran el G5 del Sahel, según datos facilitados por los Centros de África para el Control y la Prevención de Enfermedades (Africa CDC), dependientes de la Unión Africana (UA).
Mauritania es el país más afectado, con 4.149 casos y 126 fallecidos, seguido por Malí, con 2.147 casos y 113 muertos; Níger, con 1.074 y 67; Burkina Faso, con 959 y 53; y Chad, con 866 contagios y 74 decesos desde el inicio de la pandemia.