Un Estudio revela un Aumento en el Consumo de Alcohol, Tabaco y Estupefacientes durante el Aislamiento Social
El Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires presentó un estudio sobre consumo de tabaco, alcohol y estupefacientes en contexto de aislamiento, donde resaltó que casi el 21% de los encuestados, que consumen sustancias desde antes de la cuarentena, reconoció haber aumentado esta práctica en las últimas semanas.
En este sentido los indicadores más elevados se dan entre quienes beben alcohol (36,5%) y fuman tabaco (40%), y le siguen quienes consumen antidepresivos o ansiolíticos (10,1%). Recomiendan el fortalecimiento en la implementación de las campañas públicas de difusión y abordaje que ya se han iniciado desde organismos sanitarios nacionales y provinciales
El Defensor del Pueblo Adjunto y coordinador del Observatorio, Walter Martello, explicó que “el consumo de tabaco, alcohol y drogas empieza a ajustarse a una nueva realidad caracterizada por el Covid-19, la emergencia sanitaria y el aislamiento social obligatorio. Por ello, desde el Observatorio decidimos realizar un estudio cuantitativo y cualitativo para analizar algunos de los cambios en torno a ciertas prácticas que se están registrando y elaborar un diagnóstico que nos proporcione herramientas para el diseño de nuevas políticas públicas”.
Martello sostuvo que “si bien parece ser menor el porcentaje de personas que dicen haber experimentado con nuevas sustancias durante el período de aislamiento, creemos que es un dato que no debe pasar desapercibido: representó el 5% de los encuestados, es decir, 23 sobre un total de 506 personas que entrevistamos y que formaron parte del estudio. Nos está dando la pauta de una problemática que empieza a aparecer de forma incipiente”.
Otras de las conclusiones del estudio, que se realizó a través de una plataforma on line en la primera semana de abril, y abarcó a 506 personas mayores de 18 años residentes en la provincia de Buenos Aires, indicaron:
Casi la mitad de quienes experimentaron con nuevas sustancias (48%) reconocen que se le hará muy difícil dejar este consumo que, en la mayoría de los casos, está vinculado al alcohol, al tabaco y a los antidepresivos.
Otro dato para tener en cuenta es que una enorme mayoría de quienes recurren a las sustancias reconocen que ese consumo impacta negativamente en sus relaciones interpersonales, en un contexto donde resulta de vital importancia poder mantener la tolerancia y la convivencia pacífica dentro de los hogares.
Casi el 30% de los encuestados, es decir 1 de cada 3, reconoce que su estado de ánimo se ha visto alterado -profunda o moderadamente- durante la emergencia. “Debemos tener presente que el consumo de sustancias psicoactivas puede ser, en muchos casos, una respuesta adaptativa individual que busca morigerar o superar la situación de estrés derivada del confinamiento social. Asistimos así a una situación paradojal: individuos que sometidos al estrés recurren al consumo de sustancias y el resultado de dicho accionar termina siendo un mayor estrés, que a su vez da lugar a situaciones conflictivas con otros individuos con los que comparte el aislamiento social”, concluyó Martello.
Se debe tener en cuenta, además, que las personas que fuman y/o inhalan sustancias tienen riesgos mayores en la pandemia por el Covid-19, riesgos que se suman a los numerosos ya conocidos del tabaquismo/vapeo, el consumo de alcohol en exceso y el uso de estupefacientes.
A nivel mundial, existe un consenso prácticamente generalizado entre asociaciones profesionales, organizaciones y sociedades científicas sobre que se deben redoblar los esfuerzos, en este contexto de pandemia, en el desarrollo de campañas de prevención, concientización y asistencia sobre adicciones.