Bajaron hasta un 74% las enfermedades respiratorias agudas por la cuarentena
El confinamiento dentro de los hogares de los mendocinos como parte de la lucha contra el Covid-19 tuvo en diversos ámbitos consecuencias imprevistas.
En el de la educación fomentó el uso de nuevas tecnologías, en el del ambiente permitió bajar los contaminantes del aire y en el de la salud produjo una brusca caída en las enfermedades respiratorias agudas. Tanto es así que de acuerdo al Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación (semana 14), en la provincia y en el país se observa una marcada disminución en estas patologías que solían comenzar a aparecer durante los primeros días de otoño.
La que más bajó en Mendoza, tomando en cuenta los casos acumulados hasta los primeros días de abril (último dato disponible), fue la bronquiolitis en los menores de dos años. Esta enfermedad para ese periodo de 2019 registraba 2.565 pacientes y para 2020 descendió a 669 lo que muestra un 73,8% de disminución. Mientras que para el total país este porcentaje de baja fue mayor con 80,6%. Algo similar ocurrió con las neumonías, que pasaron de 3.764 casos a 1.035 lo que muestra un 72,8% en baja. En este caso el total nacional registró una caída de 74,1%. En tanto la Enfermedad Tipo Influenza (ETI) pasó de 4.740 a 1.627, lo que indica una disminución del 66% cuando en todo el territorio bajó a 54,3%.
Tal como destacó el médico infectólogo y epidemiólogo Rodolfo Quirós, que es mendocino pero en este momento se encuentra trabajando en Bolivia, este año se ha agregado a los virus respiratorios el SARS-CoV2 (nuevo coronavirus). “Al analizar el comportamiento de los agentes habitualmente vigilados como el virus de la influenza (agente causal de la gripe estacional) y el virus respiratorio sinsicial (agente causal de bronquiolitis) se puede observar un descenso significativo en la incidencia y en el número de casos con respecto a años anteriores”, manifestó.
Los médicos locales son conscientes de esta realidad, ya que diariamente se enfrentan a una menor cantidad de pacientes con estas patologías virales. “A esta altura del año ya tendríamos pacientes internados con bronquiolitis”, observó Luis Parra jefe del servicio de neumonología del hospital Notti.
Tal como explicó, el aislamiento social ha hecho que entre niños haya un distanciamiento antes impensado, porque no concurren a la escuela, clubes, ni lugares populosos. “Es un fenómeno no usual”, subrayó el médico.
De hecho, desde el servicio que dirige Parra se han puesto en contacto con pacientes pediátricos que tienen enfermedades pulmonares crónicas y en su mayoría han respondido que no están cursando ninguna otra enfermedad asociada de este tipo, cuando otros años solía ser frecuente.
Un tercer punto que mencionó Parra como un aspecto que ha contribuido a esta baja, fue el fenómeno del tiempo, ya que todavía no se registran temperaturas tan bajas. Igualmente reconoció que aún entrado el invierno, si se sigue manteniendo la cuarentena como actualmente, es esperable que estas patologías sigan en disminución.
Menor reagudización
El descenso de patologías respiratorias agudas también se verifica en la población adulta. “La disminución en el contacto de persona a persona, menor convivencia laboral, entre otros, ha hecho que circulen menos virus y no haya un contagio permanente de estas enfermedades”, señaló Alfredo Morán, médico neumonólogo y jefe de los Programas de Enfermedades Respiratorias Crónicas y Tuberculosis de la provincia.
Lo que él también ha observado, es una baja en la reagudización de los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas. “Estas enfermedades no disminuyen porque la persona ya la tiene, pero sí han bajado los empeoramientos transitorios en estos pacientes”, indicó el médico. Esto se da, tal como explicó, porque los pacientes que tienen asma, EPOC, entre otras, tienen menos exposición a los contaminantes que les hacen mal.
En los casos de los crónicos, lo que le preocupa a profesional es la disminución de las consultas por temor a concurrir a un efector y contraer el virus. “Por eso con ellos estamos en permanente contacto para resolver dudas y para que no dejen de tener su medicación”, remarcó. Esta inquietud también se repite en el caso de la tuberculosis, enfermedad infecto-contagiosa que es aguda pero tiene seis meses de evolución. “Como es una evolución muy lenta y prolongada, tenemos temor que nuevos pacientes con tuberculosis, estén demorando la consulta y el diagnóstico”, reconoció Parra. Para ellos están fortaleciendo áreas de salud para encontrar esos pacientes.
Virus predominante
Lejos de ser un virus del que no tendremos más noticias una vez que pase la pandemia, según el epidemiólogo Rodolfo Quirós, el nuevo coronavirus ha venido a integrarse al conjunto de virus respiratorios. “Dado que no hay inmunidad previa en la población el número de casos ha aumentado debido además a la vigilancia intensiva de este virus mostrando por ahora que es el virus respiratorio predominante”, manifestó.
Consultado sobre una continuidad en la incidencia de los otros virus respiratorios debajo de los niveles históricos, afirmó que para que esto ocurra es importante que se produzca en nuestra población el cambio cultural necesario para que las medidas de prevención se conviertan en un hábito. “En el caso que los cambios culturales relacionados con el cumplimiento de las medidas preventivas no se den es probable que aumente la incidencia de estos virus respiratorios y que veamos un rebrote del nuevo coronavirus”, adelantó.