Detienen en España a un yihadista del Estado Islámico que quería atentar en Barcelona
La policía española arrestó a un «lobo solitario» del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que pretendía atentar en Barcelona, ciudad en la que reside y donde fue sorprendido violando el confinamiento por la crisis del coronavirus, presuntamente en la búsqueda de un objetivo.
La investigación que culminó con la detención del sospechoso, un ciudadano marroquí, contó con la participación de las autoridades de Marruecos y del FBI estadounidense, según informó el Ministerio del Interior español.
Decenas de agentes policiales irrumpieron a las 8 de la mañana en su domicilio en la calle Josep Anselm Clave, en pleno barrio gótico de Barcelona, donde el hombre vivía con una mujer joven y un bebé.
Los expertos antiterroristas detectaron la radicalización del detenido y su afinidad con el EI hace cuatro años, pero no lo habían identificado como un «actor crítico» hasta después de que entró en vigor el estado de alarma, el 14 de marzo último, cuando el sospechoso se activó de «manera altamente llamativa y preocupante».
La hipótesis de los investigadores policiales es que su «actividad extrema» coincidió con diferentes llamados realizados desde la dirección del EI para que los «lobos solitarios», asentados en terreno occidental, se movilicen y realicen ataques en sus lugares de residencia.
Desde entones, el detenido realizaba manifestaciones públicas de su adhesión a los postulados yihadistas del EI y de odio a Occidente a través de sus perfiles de redes sociales.
Además, gracias a un despliegue policial de vigilancia, se lo observó incumplir de manera habitual, y sin justificación, las normas de confinamiento establecidas en el marco del estado de alarma.
El yihadista se desplazaba por la ciudad de Barcelona bajo importantes medidas de seguridad, posiblemente en busca de objetivos para atacar, creen los investigadores.
Las pesquisas realizadas determinaron que el sospechoso estaba totalmente influido por la propaganda y los postulados del EI, organización a la que había jurado fidelidad, y que por lo tanto representaba una «amenazar real» para la seguridad.
De acuerdo con las fuentes judiciales, el detenido tenía voluntad de atentar, pero todavía no contaba con planes concretos.
Efectivos policiales registraron durante cuatro horas la vivienda del detenido, que se encontraba ocupada desde 2017, en el marco de una investigación que está a cargo de la Audiencia Nacional de España.