Reabren las Iglesias: El nuevo protocolo implica el uso de barbijo, rezos individuales y eucaristía en mano
Los templos de las provincias abrieron esta semana sus puertas con los protocolos de seguridad acordados ayer entre el gobierno nacional y la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) a causa del coronavirus, de manera que las iglesias ya reciben fieles solo para rezos individuales y confesiones, con sogas que delimitan los espacios, alcohol en gel en los bancos, barbijo obligatorio y la eucarística entregada en la mano y no en la boca.
Los obispos de la región Litoral resolvieron en conjunto dispensar a los fieles del cumplimiento del precepto dominical y celebrar la eucaristía solamente con grupos reducidos, «procurando que sean transmitidas al resto de los fieles por los medios de comunicación».
En el caso del arzobispo de Santa Fe, monseñor Sergio Fenoy, dispuso que el mismo criterio de pocas personas por celebración se aplique a los sacramentos que no puedan ser postergados, como bautismos y casamientos, pero quedó suspendida la catequesis como las demás reuniones pastorales.
A partir de la autorización a abrir los templos, las iglesias santafesinas dividieron los bancos con sogas, para que solo puedan sentarse dos personas y queden separadas por más de un metro de distancia, colocaron botellitas de alcohol en gel cada dos o tres metros, a la vez que es necesario ingresar con tapabocas y en caso de comunión eucarística, se les entrega a los fieles en la mano.
El arzobispado de Paraná emitió un comunicado en el que pidió esperar «consideraciones más formales» que «seguramente en las próximas jornadas habrá» por parte de la Jefatura de Gabinete de la Nación.
Si bien se suspendieron las celebraciones con público, la Iglesia siguió trabajando en hospitales de Entre Ríos, «atendiendo enfermos y bendiciendo lugares destinados para la atención de los casos posibles de coronavirus» además de comunicarse por WhatsApp, detallaron en el comunicado.
El Comité Operativo de Emergencias (COE) de Jujuy dispuso que los fieles podrán concurrir a las iglesias de lunes a sábado solo para rezar por lo que no se brindarán misas ni celebraciones, al tiempo que en la zona externa de iglesias y templos, se tendrá que respetar el distanciamiento de 1,5 metros, limpiarse los zapatos en trapos con agua y lavandina que estarán en los ingresos; al tiempo que dentro habrá que seguir el circuito unidireccional marcado en el piso y usar alcohol en gel.
También las iglesias y capillas en Chubut abrieron sus puertas a la feligresía hoy con horarios restringidos y lugares delimitados de circulación, solo para los rezos individuales y las confesiones: «La gente vino, no muchos; la mayor demanda es por el sacramento de la comunión y la celebración de la misa», explicó el padre Matías, de la iglesia Nuestra Señora de la Paz, ubicada al norte de Trelew, con radio de acción en los barrios populares.
En el mismo sentido el padre Pedro, de la iglesia católica de Gaiman, también reconoció que «la gente necesita el contacto con su comunidad en la misa y ojala que eso pueda volver cuánto antes».
Para el obispo diocesano de Catamarca, Luis Urbanc, «damos un paso importante con el hecho de que nuestros templos estén abiertos en la medida en que cumplan con los requisitos necesarios. Que los responsables hagan las cosas bien y que los que van también sean cuidadosos, lleven su barbijo, cuiden la distancia», aseveró.
La Catedral de Neuquén como también las distintas parroquias provinciales permanecerán abiertas bajo las condiciones establecidas por la normativa nacional debido a la pandemia de coronavirus.
En otras jurisdicciones, las iglesias aún no abrieron: es el caso de Viedma y también de Bahía Blanca, donde están analizando cómo se implementará la reapertura de templos, al tiempo que fuentes de la Curia local indicaron a que «se está viendo cómo se procederá».
Mientras que en Tucumán, los legisladores Raúl Albarracín y Walter Berarducci elevaron un proyecto establecer un protocolo para la vuelta de las misas en la provincia y propone que «el Poder Ejecutivo gestione ante el Gobierno de la Nación la celebración de misas y la administración de los Sacramentos preceptuados por la Iglesia Católica con los cuidados correspondientes».