La autopsia confirmó que el ladrón muerto en Quilmes recibió dos balazos en tórax y abdomen
Franco Martín Moreyra, el ladrón muerto tras el asalto al jubilado Jorge Ríos el viernes pasado en la localidad bonaerense de Quilmes Oeste, recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal que le causó la muerte, según el informe de autopsia, informaron hoy fuentes judiciales.
De acuerdo al informe final de la autopsia, que le remitieron al fiscal de la causa, Ariel Rivas, del cuerpo de Moreyra se extrajeron dos proyectiles.
“La muerte de quien en vida fuera Moreyra, Franco Martín se produce por un paro cardíaco traumático secundario a un shock hipovolémico por herida de arma de fuego”, señalan en las conclusiones médico legales los forenses Paula Andrea de Paoli y Gastón Berbel, de la morgue de la Policía Científica de Quilmes que funciona en el cementerio de Ezpeleta.
Los forenses informaron que el primer balazo ingresó en el hemitórax izquierdo por la línea media axilar, a nivel del sexto espacio intercostal.
Al describir la trayectoria de ese proyectil, indicaron que fue “de izquierda a derecha, de adelante hacia atrás y de abajo hacia arriba, atravesando pared torácica izquierda, pulmón izquierdo, mediastino, pared torácica derecha, para alojarse en cara posterior entre hombro y región escapular derecha”.
En el examen interno también notaron los forenses que ese balazo perforó la quinta vértebra en la columna dorsal.
Pero según la autopsia, el segundo proyectil –y el que causó el deceso-, fue el que ingresó en la zona abdominal “por fosa ilíaca derecha y sigue una trayectoria de derecha a izquierda, de adelante hacia atrás, de abajo hacia arriba para atravesar músculo psoas derecho, vena cava inferior, 1ra. vértebra lumbar, para alojarse en el canal medular”.
“La causa de muerte es un shock hipovolémico secundario a una hemorragia aguda e incoercible abdominal por herida de arma de fuego”, escribieron los forenses en el reporte.
En las consideraciones médico legales, los legistas también estimaron que “el cadáver tiene una data de muerte de cuatro días” previos a la autopsia que se realizó ayer, por lo que coincide con el día del hecho, es decir, el viernes pasado.
Los peritos también precisaron que Moreyra (26) no fue baleado en su tobillo -como se especulaba por el video que se difundió del hecho y en el que se lo ve renguear-, sino que allí tenía una fractura expuesta.
Sobre este punto, en una de las observaciones del examen traumatológico, la autopsia señala: “Heridas anfractuosas en cara anterior y posterior del tobillo derecho, a nivel de maléolo peroneo, con fractura expuesta de tibia y peroné”.
En el informe, los forenses también describieron las ropas que vestía el cadáver: “Porta una bufanda en cuello, una campera beige, una campera deportiva azul, una camiseta de futbol del club Newell’s Old Boys, una camiseta de fútbol de manga larga de Argentina, un pantalón azul, un bóxer negro, medias negras, zapatillas blancas”.