Por primera vez en el mundo, la Argentina clonó cebras en laboratorio
Por primera vez para la ciencia, nuestro país consiguió clonar in vitro embriones de cebra. El proyecto de investigación fue liderado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) e incluyó la participación de otras instituciones como la Universidad de Río Cuarto (UNRC) y la Fundación Temaikén. Los experimentos se realizaron en laboratorio y los embriones generados tuvieron alta calidad. Esto serviría para avanzar en la preservación de material genético de la cebra y de otras especies en peligro de extinción, como los rinocerontes.
El proyecto que enmarcó este avance científico fue liderado por Gambini, con fondos de UBACyT. Del mismo participaron investigadores de diversas instituciones de la Argentina. Por el LABA-FAUBA, Daniel Salamone y los veterinarios Matteo Duque, María Belén Rodríguez y Olinda Briski; por la Universidad Nacional de Río Cuarto, Ana Flores Bragulat, veterinaria del Laboratorio de Producción Equina dirigido por el profesor Luis Losinno; y por la Fundación Temaikén, Natalia Demergassi, veterinaria de esa institución al momento de la extracción de las muestras. Los resultados fueron publicados en la revista científica PlosOne.
«Lo que hicimos es generar un embrión in vitro que tiene la misma genética de un ejemplar de cebra que ya existe, porque se toma una célula de ese animal y se introduce dentro de un óvulo de yegua al que se lo vació previamente de toda su información genética», explicó a Andrés Gambini, científico responsable de esta investigación liderada por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), en la que también participaron la Universidad de Río Cuarto (UNRC) y la Fundación Temaikén.
Los embriones así generados por clonación en el Laboratorio de Biotecnología Animal (LABA-FAUBA) tienen «la información genética de las células de la cebra» de Temaikén que se buscó clonar, dado que en esta técnica «no se utiliza esperma» como sí ocurre en la fecundación in vitro, que es una tecnología diferente.
Es que en 2003 el LABA logró obtener los primeros bovinos transgénicos de América Latina, capaces de producir hormonas de crecimiento humano e insulina en su leche; en 2010 llevó adelante la clonación de los primeros caballos en América Latina, y en 2015 consiguió clonar chitas por primera vez en el mundo.
«La clonación de caballos se utiliza mucho para replicar la genética de animales existentes en el mundo del polo o del salto, y ya hay más de 400 clones nacidos en Argentina entre los que hicimos nosotros y diferentes empresas; ésa experiencia nos permitió trasladar la tecnología a la cebra», dijo.
En cuanto a la utilidad, la clonación de cebras permitiría «preservar la genética» no sólo de subespecies en peligro de extinción -como la «real» (Equus grevyi)- sino también de otras especies salvajes que «integran el mismo orden de los ‘perisodáctilos'» y están igualmente en riesgo, como «los rinocerontes» y «los tapires».
Este proyecto de investigación llevado adelante con fondos de UBACyT, participaron investigadores de diversas instituciones del país: por el LABA-FAUBA, Daniel Salamone y los veterinarios Matteo Duque, María Belén Rodríguez y Olinda Briski; por la Universidad Nacional de Río Cuarto, Ana Flores Bragulat; y por la Fundación Temaikén, Natalia Demergassi, quien pertenecía a esta institución en el momento de toma de muestras.
Lo que Viene
Aactualmente están trabajando en un proyecto de investigación junto con el Ejército Argentino, con la UNRC y con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, orientado a la clonación de burros. “Hay una gran demanda de burros domésticos a nivel mundial, y en los últimos años el número de estos animales se está reduciendo de forma considerable. Incluso, está empezando a crecer la demanda de leche de burra como una alternativa en alimentación”, destacó Gambini.
“Los burros también pertenecen al grupo de los équidos. Ya comenzamos los primeros trabajos produciendo embriones híbridos a partir de, por ejemplo, semen de caballo y óvulos de burra. Estamos entusiasmados con este proyecto, que nos da la posibilidad de contribuir a preservar el material genético de animales en peligro de extinción”, concluyó.