A 96 años del nacimiento del «Gol Olímpico»
Hasta el año 1924, si alguien anotaba un tanto desde el tiro de esquina este era invalidado dado que no estaba permitido por las reglas. Sin embargo, en agosto de ese año, la F.A.Board Internacional (IFAB) modificó el artículo 11 de las Reglas de Juego, autorizando por primera vez la concreción de un gol directamente de un tiro de esquina.
Dice la historia que el primer tanto le corresponde a Billy Alston, quien marcó por esta vía en un partido de la Segunda División escocesa, en el mundo en lograr el gol directo de córner fue el escocés Billy Alston, el 21 de agosto de 1924, aunque el hecho no tuvo ninguna repercusión internacional.
Finalmente el que quedó en la historia y daría nombre al tanto que se convierte desde el corner, ocurrió el 2 de octubre de 1924, en un partido amistoso entre Argentina y Uruguay. Corrían los 15 minutos del primer tiempo cuando el delantero argentino Cesáreo Onzari ejecutó un tiro de esquina desde la izquierda con tanto efecto que dejo al portero sin poder hacer nada.
«Quizá el arquero se había levantado mal ese día o lo hayan molestado, porque nunca más emboqué otro» comentó Onzari, ya retirado, años más tarde a la prensa.
¿Por qué se llama “Olímpico”?
El nombre fue puesto por los periodistas porque Uruguay venía de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 1924. Si bien en su momento se lo apodó «gol a los olímpicos», con el tiempo se fue deformando hasta quedar en el «gol olímpico» que hoy todos conocemos.
El Homenaje de Galeano
El escritor uruguayo Eduardo Galeano escribió «El fútbol a sol y sombra”, donde le hace un homenaje al futbol, y por lo tanto le dedicó unas páginas al gol olímpico.
«Cuando la selección uruguaya regresó de la Olimpíada del 24, los argentinos le ofrecieron un partido de festejo. El partido se jugó en Buenos Aires. Uruguay perdió por un gol.
El puntero izquierdo Cesáreo Onzari fue el autor de ese gol de la victoria. Lanzó un tiro de esquina y la pelota se metió en el arco sin que nadie la tocara. Era la primera vez en la historia del fútbol que se hacía un gol así. Los uruguayos se quedaron mudos.
Cuando consiguieron hablar, protestaron. Según ellos, el arquero Mazali había sido empujado mientras la pelota venía en el aire. El árbitro no les hizo caso. Y entonces mascullaron que Onzari no había tenido la intención de disparar a puerta, y que el gol había sido cosa del viento.
Por homenaje o ironía, aquella rareza se llamó gol olímpico. Y todavía se llama así, las pocas veces que ocurre. Onzari pasó todo el resto de su vida jurando que no había sido casualidad. Y aunque han transcurrido muchos años, la desconfianza continúa: cada vez que un tiro de esquina sacude la red sin intermediarios, el público celebra el gol con una ovación, pero no se lo cree».
Cesar Onzari
Sus inicios tuvieron lugar con los clubes Sportivo Boedo y Mitre. En 1921 debutó en el Club Atlético Huracán, donde ocupó el puesto de extremo izquierdo.
Jugó en el “Globo” gran parte de su vida deportiva, hasta su retirada en 1933.
Con la selección Nacional jugó en 14 ocasiones, marcando 5 goles, entre ellos el famoso “a los olímpicos”.
El Primero en un Mundial
Ocurrió en 1962, el colombiano anotó el primer gol olímpico de la historia de un Mundial. Fue un 3 de junio ante la Unión Soviética.
Ese Mundial incluso pasó a la historia por ser el más sucio de la historia. Cincuenta futbolistas se lesionaron en los primeros cuatro partidos de la competición. Casi nada.
Violencia aparte, Marcos Coll dejó aquel día un gol para el recuerdo. Minuto 68. El ‘cafetero’ se dispuso a sacar de esquina.
El disparo de Coll sirvió para sorprender a la defensa de la Unión Soviética y a Lev Yashin que, para más inri, era considerado el mejor portero del mundo de la época.