Trump dijo que contagiarse de COVID-19 fue «una bendición de Dios»
A solo seis días de contraer Covid-19 y antes de cumplir su cuarentena, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió hoy a su oficina en el Salón Oval, en la Ala Oeste de la Casa Blanca donde trabajan decenas de sus asesores y de periodistas, y aseguró que haberse contagiado fue «una bendición de Dios».
«Si estas en el hospital y te sientes mal, estamos trabajando para que obtengas las mismas drogas que tomé, que lo obtengas gratis y rápido, tenemos cientos de miles de dosis que están casi listas. Ya tengo todo listo para autorizarlo, lo vamos a firmar ya y se van a recuperar. Les dicen terapeúticas pero para mi no fueron terapeúticas, me hicieron bien…yo digo que son una cura», aseguró Trump en un video difundido en su Twitter.
Desde el jardín de la Casa Blanca y sin tapabocas, el mandatario aseguró que lograr la aprobación de estas drogas experimentales, principalmente Regeneron, es ahora «mucho más importante que la vacuna».
A MESSAGE FROM THE PRESIDENT! pic.twitter.com/uhLIcknAjT
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 7, 2020
«Tenemos que producirlas, tenemos que hacer que se aprueben y tenemos que llevarlas a los hospitales para que la gente se sienta mejor, para mi eso es mucho más importante que la vacuna. Quiero que todos reciban el mismo tratamiento que su presidente porque me siento bien, me siento perfecto. Creo que fue una bendición de Dios que me contagiara. Me contagié, me enteré de esta droga, la tomé y fue increíble cómo funcionó», explicó.
Por primera vez desde que le dieron el alta el lunes a última hora de la tarde y pese a que sus médicos dijeron que el virus puede seguir activo entre 7 y 10 días, Trump salió hoy del aislamiento de su residencia en el segundo piso de la Casa Blanca y trabajó desde su oficina, una zona del edificio llena de asesores, empleados administrativos y hasta periodistas.
Al mandatario lo pusieron al día sobre la situación económica, las negociaciones con la oposición en el Congreso por un nuevo paquete de estímulo que él suspendió ayer, y sobre el huracán de categoría 2 Delta, que se dirige a la costa sur del país, según contó a la prensa el vocero de la Casa Blanca, Brian Morgenstern, citado por el canal NBC.
«Me acaban de informar sobre el huracán Delta, y hablé con los gobernadores de Texas (Greg Abbott) y de Luisiana, John Bel Edwards. Por favor, sigan las indicaciones de sus líderes estatales y locales», tuiteó el magnate poco después.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, reconoció que desde ayer Trump presiona a sus principales asesores para que vuelvan a trabajar al Ala Oeste, donde se encuentra su oficina, pese a que algunos miembros de su equipo más cercano dio positivo, aún después de varios resultados negativos tras su contagio el jueves pasado.
Según informó hoy su médico, Sean Conley, en un comunicado, Trump no tiene síntomas de coronavirus desde hace 24 horas ni fiebre desde hace cuatro días.
Conley afirmó que el mandatario le dijo esta mañana que se siente «fenomenal» y agregó que «no ha tenido fiebre desde hace cuatro días ni síntomas (de Covid-19) desde hace 24 horas».
«Su examen físico y sus signos vitales, incluida la saturación de oxígeno y la frecuencia respiratoria, permanecieron estables y en rango normal«, afirmó, citado por el canal CNN.
«No tiene fiebre desde hace cuatro días, sin síntomas durante más de 24 horas, y no necesitó recibir oxígeno suplementario desde la hospitalización inicial», añadió el parte, que precisa que seguirán monitoreando «de cerca» el estado de salud del mandatario.
El comportamiento del presidente, de 74 años, es analizado con especial atención, ya que una gran cantidad de personas que trabajan en la Casa Blanca, incluidos periodistas, también dieron positivo en coronavirus.
Además, poco antes de la salida del mandatario de un hospital militar, el lunes pasado, los médicos de Trump recalcaron que «todavía no estaba completamente fuera de peligro», lo que sumó a varias versiones periodísticas que sostuvieron en las últimas que sus síntomas persisten.
En medio de este clima de creciente incertidumbre y a menos de un mes de las elecciones en las que el mandatario se juega su reelección, Trump sigue determinado a regresar a la campaña lo antes posible y hasta se declaró listo para participar del segundo debate presidencial con su rival, el demócrata Joe Biden, el jueves de la semana próxima en Miami.
Al respecto, Biden dijo hoy en Maryland que está “ansioso por poder debatirlo”, pero afirmó que no debería realizarse si Trump todavía está infectado, informó la agencia de noticias ANSA.
Aún se desconoce cómo afrontará Trump estas últimas semanas claves de campaña.
Si los rumores de síntomas y complicaciones médicas persistentes son ciertos, la campaña oficialista podría verse afectada no solo por el estado de salud de Trump, sino por el tendal de contagios que dejó en gran parte de su personal y que sigue obligando a muchos a ponerse en cuarentena.
El último fue el principal asesor en temas inmigratorios de Trump, Stephen Miller, quien anoche anunció que está contagiado y se transformó en el vigésimo tercer integrante del entorno del mandatario golpeado por la pandemia, solo en la última semana.
Estados Unidos registra más de 7,5 millones de casos y casi 211.000 muertes, según datos de la Universidad Johns Hopkins que muestran que solo cuatro estados (Hawaii, Kansas, Missouri y Carolina del Sur) reflejan tendencias a la baja en nuevos casos en comparación con la semana anterior.