Para poder reclamar ante cualquier problema en la compra o contratación, el consumidor necesita probar primero que existe una relación comercial. Por eso, es fundamental tener un ticket o factura. Además, en estos documentos se consignan datos sobre el oferente, la fecha en la que se realizó la transacción y otra información que puede ser útil.
También es aconsejable, cuando compramos dentro de una promoción o utilizando un descuento, conservar una copia del aviso publicitario. Esta puede ser, por ejemplo, una impresión de pantalla o una fotografía. De esta forma, podremos demostrar después, si surge un problema, qué era lo que decía el aviso. Respaldar la compra, con un comprobante de compra o una imagen de la promoción, es el tercer superpoder.
Más allá de conocer los derechos como consumidor y estar atentos a su cumplimiento, el vecino tiene un cuarto superpoder que es esencial: exigir que se cumplan. Parece obvio pero hay muchos derechos que los vecinos de la Ciudad tienen como consumidores que se vulneran a diario.
Por ejemplo, no puede haber diferencia entre pagar con tarjeta de crédito, tarjeta de débito o efectivo en una cuota. Esto significa que no puede haber recargos por pagar con tarjeta. Sin embargo, sí puede haber descuentos por pagar en efectivo ya que la diferencia en esos casos es a favor del consumidor.
Hay que destacar que todo lo que se diga en un aviso publicitario se considera como incluido en el contrato de compra o contratación y debe cumplirse. O sea, que el precio, las condiciones de pago o las formas de entrega deben ser tal cual se publicitaron en el aviso. Si algo de lo que dice la publicidad no se cumple, hay que exigirlo.
En cuanto a los cambios, estos pueden realizarse durante 30 días desde que se retira o entrega el producto y no se pueden restringir los días y horarios para hacerlo. También es importante tener en cuenta que todos los productos nuevos, sin importar el medio de adquisición, tienen una garantía legal de 6 meses y los usados de 3. No hace falta que el vendedor ofrezca un certificado. El consumidor tiene 30 días corridos desde que recibe el producto para efectuar cambios y, si al realizarlo se produjese un saldo a favor del cliente, el local tiene que emitir un comprobante de crédito con validez de 90 días.
Uno de los derechos menos conocido por los consumidores es que, al comprar en modalidad online, tienen 10 días corridos para arrepentirse sin tener que dar explicación alguna y sin costo alguno. Además, está vigente la resolución 424 de la Secretaría de Comercio Interior que obliga a las páginas web de proveedores a tener a la vista un “botón de arrepentimiento”.
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