Tras el acuerdo de carnes, ahora van por las «frutas y verduras»
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anticipó este martes que tras el acuerdo con frigoríficos y supermercados por el precio de la carne vacuna, el Gobierno va «a tratar de generar un mecanismo similar» para «contener los aumentos en el sector de frutas, verduras y otros productos de huerta”.
“Es un mercado con mucha atomización, tanto de pequeños productores como de comercios, es un esquema más complejo, pero estamos trabajando con el Ministerio de Agricultura para tratar de dar más certidumbre a los precios”, explicó Kulfas en declaraciones a radio Continental.
El ministro aclaró que el sector “también tiene componentes estacionales”, y recordó que en septiembre-octubre pasados subió el precio del tomate, que estuvo arriba de los $ 150, “porque es el momento en que se termina la cosecha y baja la producción; después, con la cosecha nueva el precio bajó muchísimo”.
Sobre el acuerdo por la carne con frigoríficos exportadores y supermercados, precisó que abarca unas 1.600 bocas de expendio en todo el país y regirá los fines de semanas y días miércoles, tres semanas al mes.
“Incluye diez cortes de carne, cinco parrilleros (como asado, vacío y matambre) y otros para milanesas y cocina (como bola de lomo, carnaza, roast beef)”, detalló.
Kulfas señaló que “el objetivo es retrotraer buena parte del aumento que se produjo sobre fines de noviembre y diciembre”, con rebajas de entre 15 y 30%, para “volver a tener precios accesibles en la carne, que es un producto tan importante”.
Destacó luego que el stock comprometido es de hasta 6.000 kilos por mes, y recordó que hace dos años el Gobierno anterior lanzó un programa parecido, pero con un volumen de menos de media tonelada (500 kilos).
“La idea del acuerdo es poder sostenerlo todo el año; inicialmente está planteado para febrero y marzo e incorpora más cortes parrilleros, pero luego se prevén incluir más cortes de cocina”, dijo el ministro, quien recordó que “es un primer paso dentro de toda la cadena cárnica y no incluye carnicerías, si bien vamos a intentar a ampliar el alcance del acuerdo”.
Sobre la performance de 2020, recordó que “la inflación fue de 36%, es decir, 20 puntos menos que en 2019, pero en alimentos hubo una disparidad importante en la góndola: el producto industrial (leche, manteca, harina, etc.) subió alrededor del 23%, pero los frescos (carne, verduras, frutas, hortalizas) aumentaron entre 50 y 60%”.
“Hubo un proceso que tuvo que ver con la pandemia y con los precios internacionales, y este año lo que queremos es evitar que se repita ese fenómeno”, definió.
Agregó que “precios de commodities que suben a nivel internacional son una buena noticia para el país, porque van a entrar más dólares, lo que es un tema central para la economía argentina ya que se evitan las presiones devaluatorias, y sabemos que con la devaluación el principal impacto es sobre el salario real, como se vio en 2019”.
Pero al mismo tiempo, reconoció, se introducen tensiones de precios en el mercado interno, porque los productores locales quieren trasladar los valores externos.
“Eso se ve en el maíz, principal insumo para los pollos, o el trigo, materia prima de la harina, panificados, pastas, etc. Por eso trabajamos en acuerdos específicos con el armado de un fideicomiso para esos granos, como ya se hizo con el girasol”, sostuvo el ministro.
La idea, concluyó, «es el desacople de una parte de esa producción para evitar que el precio internacional se traslade al local y mantener precios accesibles para los consumidores”.