River| Gallardo aspira a no «desmantelar» el plantel para mantener la competitividad
El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, tiene como prioridad mantener la base del equipo titular para afrontar el primer semestre de 2021 en el que deberá jugar al menos 22 partidos entre Copa Argentina, la Supercopa, la fase de grupos de la Copa Libertadores y también el torneo local, la Copa Diego Maradona.
En ese contexto, el nuevo ciclo de River contempla la final de la Supercopa ante Racing del 24 febrero, un par de cruces de Copa Argentina, los seis partidos de la fase de grupos de la Libertadores (se sorteará el 5 de febrero) y no menos de 13 partidos de la liga local que podrían ser un par más siempre y cuando llegue a la final.
Por esa razón, el «Muñeco» acordó con los jugadores y la dirigencia que el plantel se mantenga y que las ventas se detengan en los casos mencionados como pueden ser Gonzalo Montiel, por quien existe un interés del Olympique de Lyon, de Francia, o algún otro jugador como Enzo Pérez o Ignacio Fernández.
La intención de Gallardo es trabajar con un grupo de 26 o 27 jugadores que incluya a los juveniles que ya sumaron minutos en la última temporada y únicamente habrá refuerzos si se produce alguna venta, con los nombres que ya están sobre la mesa desde hace varios días pero con contactos por ahora preliminares.
En ese sentido, los que interesan, siempre y cuando haya alguna venta, son los defensores Alex Vigo, de Colón de Santa Fe, o Mathías Laborda, de Nacional de Montevideo, y el mediocampista Agustín Palavecino, un argentino que juega para el Deportivo Cali, de Colombia, por quien se avanzó bastante aunque surgió una complicación, ya que se entrometió el Palmeiras, de Brasil.
En ese sentido, River tenía encaminada la llegada de Palavecino (ex Platense) a préstamo por un año y con opción de compra definitiva, pero en las últimas horas surgió un interés de Palmeiras, casualmente el equipo que lo eliminó en las semifinales de la Libertadores y con un poderío económico superior.
Mantener la base
En tanto, según informó a Télam una fuerte cercana al cuerpo técnico que encabeza Gallardo, no habrá un éxodo de jugadores y las altas tampoco serán demasiadas a pesar que desde junio del 2019 que River no se refuerza, siendo que en ese lapso se quedó sin Ignacio Scocco, Juan Fernando Quintero, Exequiel Palacios, Lucas Pratto y Lucas Martínez Quarta.
River va a jugar en febrero al menos cuatro partidos, en marzo entre cinco y seis, en abril y mayo mantendrá el mismo promedio de encuentros ya que comenzará la fase de grupos de la Libertadores.
Gallardo confía en que retendrá a Montiel (el Olympique de Lyon parece haber desistido de efectuar la operación al menos en el actual mercado de pases) y en el caso de que se vaya su puesto será cubierto por Vigo o Laborda, y si no se concretan estos pases jugará Milton Casco en el lateral derecho y continuará en el izquierdo Fabrizio Angileri.
El arco está muy bien cubierto por Franco Armani y Enrique Bologna, y los marcadores centrales mostraron buen nivel como Javier Pinola, Robert Rojas y Paulo Díaz como para que la zona defensiva se sostenga en esta primera mitad del año.
En la mitad de la cancha y por el centro están Enzo Pérez y las alternativas de Bruno Zuculini, Leonardo Ponzio y Santiago Sosa, mientras que por los costados se suman Ignacio «Nacho» Fernández, Nicolás de la Cruz, Julián Álvarez, Jorge Carrascal y Cristian Ferreira.
En el ataque Gallardo confía en la dupla Rafael Borré-Matías Suárez y les sumará competencia con los juveniles que ya jugaron algunos partidos como Federico Girotti, Lucas Beltrán y Benjamín Rollheiser.
Gallardo entrena al plantel en estos días con la idea de mantener la estructura base para que si llegan nuevos jugadores o se van los que están el equipo pueda adaptarse y mantener el funcionamiento colectivo más allá de los nombres, tal como sucedió durante todo su ciclo.