Elecciones en Ecuador| Yaku Pérez, el dirigente indígena que quiere hacer historia
Con el capital político que las protestas de octubre de 2019 dejaron al movimiento indígena, el activista y exgobernador Yaku Pérez aspira por primera vez a la Presidencia de Ecuador con un discurso ambientalista y ecunémico, que pretende captar a los ecuatorianos cansados de la polarización en el país.
El dirigente de 51 años se define como «próximo a una izquierda flexible» y militante del «comunitarismo», y consiguió la candidatura del partido Pachakutik, brazo político del movimiento indígena, tras un enfrentamiento con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la otra cabeza del movimiento popular mejor organizado y con mayor capacidad de movilización del país.
«Mi mayor sueño es que, sea yo o quien sea, cambie el destino de la historia del Ecuador, de aquellos que se van a acostar con los estómagos vacíos», dijo el también presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) en una reciente entrevista con el diario El Universo.
Un activista de provincia
Nacido en la comunidad de Cachipucara, en la provincia andina de Azuay, Pérez pasó su infancia en una hacienda donde sus padres eran peones y a los cinco años ya se encargaba de buscar agua para su hogar, una experiencia que le enseñó a valorar este bien y defenderlo luego como activista.
El agua se convirtió en su principal lucha y, de hecho, en agosto de 2017, decidió cambiar su nombre de Carlos Ranulfo a Yaku Sacha, que en quechua significa «agua del monte».
Pérez realizó también cuatro posgrados en Gestión de Cuencas Hidrográficas, Derecho Ambiental, Justicia Indígena y Derecho Penal.
Inició su carrera política en 1996, cuando fue concejal de la ciudad sureña de Cuenca, para luego ser presidente de la Federación de Organizaciones Indígenas y Campesinas del Azuay (FOA) en 2003.
Su nominación como candidato por el Pachakutik provino justamente de la FOA, cuyo actual dirigente, Mario Farez, argumentó que era la personas más idónea por su experiencia en la defensa de los derechos de su comunidad, por conocer la realidad nacional e internacional y por la buena relación con las comunidades.
Pérez fue, además, presidente de la Confederación de los Pueblos Kichwas del Ecuador durante dos periodos -desde el 2013 hasta el 2019- y, en su tercer intento, fue electo gobernador de Azuay para el período 2019-2023, cargo al que renunció en octubre pasado para inscribir su candidatura presidencial.
Amante de la naturaleza y panteísta (pensamiento que considera que el universo, la naturaleza y Dios son lo mismo), su vida está también marcada por su activismo en defensa de las fuentes hídricas y su oposición a las concesiones mineras, luchas que lo llevaron a alzarse como uno de los opositores más visibles al Gobierno del expresidente Rafael Correa.
Detenido cinco veces por participar en protestas durante el Gobierno del expresidente, Pérez se manifestó en las elecciones de 2017 a favor de Guillermo Lasso, el candidato conservador que enfrentó en segunda vuelta a Lenín Moreno, el entonces delfín de Correa que finalmente venció.
«Es preferible un banquero que una dictadura», defendió entonces.
La figura de Pérez volvió a cobrar fuerza a nivel nacional en octubre de 2019, cuando se convirtió en uno de los líderes más mediáticos de la protesta indígena contra el Gobierno de Moreno, quien dio un giro de 180 grados, rompió con Correa y asumió una agenda liberal en sintonía con las demandas del FMI.
Su experiencia y capacidad para presentarse ante los medios lo han destacado entre el resto de referentes indígenas.