José Vivanco (HRW) cuestionó el «régimen draconiano, policial o punitivo» de Gildo Insfrán
El director de la División de las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, calificó las actuales políticas de Gildo Insfrán en Formosa como un “régimen draconiano, policial o punitivo que está en manos de la policía para aislar de una manera que constituyen detenciones arbitrarias a personas que pasan mucho más de 14 días aisladas, mezclados unos con otros gente con COVID y gente sin COVID”.
En diálogo con La Once Diez / Radio de la Ciudad, afirmó que “por este procedimiento han pasado 24 mil personas en 188 centros, que en la práctica son detenciones insalubres, compartiendo sitios para dormir, compartiendo baños insalubres”. “Las personas están encerradas con llave bajo un candado y con vigilancia policial. Ha habido casos muy graves, como una mujer que perdió un embarazo y que arriesgó la vida”, resaltó.
Asimismo, informó que “en los centros de aislamiento, los procedimientos son muy poco ortodoxos, se mezclan a las personas y a cada uno de ellos les exigen firmar un documento donde se exime de responsabilidad civil o penal a las autoridades de Formosa por cualquier daño que puedan sufrir, algo que es contrario completamente a una norma elemental”, ya que “sobre todo aquel que está bajo la custodia del Estado, el Estado responde”.
También señaló que “en la ciudad de Clorinda realmente hay excesos nunca vistos”. Detalló que “la segunda ciudad de la provincia estuvo aislada completamente del resto, no pudieron entrar y salir desde agosto hasta marzo de este año”.
“Si no fuera por la decisión de un juez en este mes de marzo, seguirían los habitantes de esa ciudad aislados sin la posibilidad de salir, ni siquiera con justificativos como tratamientos médicos que no se logran en Clorinda, algo realmente gravísimo, sobre el pretexto del control del COVID”, expresó.
Finalmente, Vivanco apuntó contra el papel del secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla en su viaje a Formosa: “No hubo allí una evaluación rigurosa, seria y objetiva de las condiciones. No sabemos realmente qué centros le mostraron, pero no coinciden en absoluto con los videos que nosotros logramos comprobar su autenticidad y también las fotografías y testimonios directos de personas que han pasado por este trato”.
En relación al informe de Pietragalla, continuó: “No hay tampoco referencias a cómo se capturan a las personas. Muchos de ellos son capturados por la Policía a la medianoche en sus domicilios. La Policía se aparece y les dice ‘tienen que acompañarnos de inmediato’ y esa persona es trasladada por la fuerza. Si tiene niños menores, con los niños”.