Imágenes y Videos Impactantes: Lo difunden como un complejo para «vivir la naturaleza» pero es un verdadero horror de descuido y maltrato animal
Se lo difunde en las redes como la posibilidad de “disfrutar de 15 hectáreas de vivero, cultivos orgánicos, animales de granja y canal navegable” e incluso hacen gala de “su granja educativa y de un acuario” los cuales, aseguran, “fueron diseñados para brindar conocimientos a aquellos que quieran dedicarse a la piscicultura y también al público en general” con una “diversidad de peces tropicales y de agua fría de diversas regiones del mundo. Como así también, animales de granja, aves de corral, equinos, bovinos y porcinos”.
(Así se promocionan en las redes)
Pero lo cierto que las pomposas palabras se desvecen cuando uno pisa el lugar. En CincoDías te presentamos la realidad que se oculta en el complejo “Naturaleza Viva”, situado a apenas una hora de Capital Federal, en el distrito bonaerense de Florencio Varela.
(Los conejos viven acinados en jaulas minúsculas)
Es que aquel parque “modelo y educativo” es un verdadero horror para los animales que allí habitan. Desde conejos en exhibición, ubicados en jaulas destrozadas y que apenas tienen los centímetros necesarios para que el animal entre, hasta cabras abandonadas carente de todo tipo de higiene.
Esa es la verdadera postal que deja perplejo al visitante ingenuo que llega esperando ver lo que las fotos de su sitio muestran: un santuario natural a pocos kilómetros de la “Jungla de Cemento”.
Según pudo averiguar CincoDias, los cuidados se limitan al alimento y los animales son permanentemente expuestos para que la gente pueda verlos.
(Peceras sucias donde alojan todo tipo de animales)
Un detalle escalofriante: los conejos viven en constante amenaza por los perros de la zona, que atacan sus jaulas en horas nocturnas, con intención de comerlos.
Es curioso incluso ver la presencia de un Guacamayo, un animal que esta protegido por la Ley nacional de conservación de la fauna, número 22.421. La misma es clara en cuanto a los animales silvestres: se prohíbe la captura, traslado, comercio y su tenencia.
(Guacamayo en cautiverio)
El promocionado “Acuario” también deja mucho que desear: sucias, con agua más bien propia de un estanque contaminado y en total estado de abandono. Pero no solo hay peces allí, también las mismas sirven de “jaula” para cotorras y codornices. Un verdadero desastre por donde uno mire.
Otra impactante imagen es la que reflejan las decenas de cabras que coexisten en condiciones paupérrimas, soportando una estructura de madera sujeta de manera permanente en su cuello para “que eviten escaparse por entre los alambrados” según explicaron a este medio.
El total estado de abandono y suciedad se percibe en cada lugar que uno visita. Hasta detalles ilógicos y que ameritan preguntarse ¿cómo es que lograron ser habilitados?: basta apreciar una parrilla para que el huésped haga sus propios asados, apenas debajo de una cabaña de madera. Una chispa que se escape caprichosa y la historia se convertiría en tragedia.
Una situación calamitosa que amerita, sin dudas, la presencia inmediata de las autoridades provinciales correspondientes. Es menester realizar un relevamiento exhaustivo del lugar y tomar notas de las irregularidades que se perciben a simple vista.
(Cabras indefensas con cebos en sus cabezas)
Vale recordar que este complejo es de acceso público, como dijimos líneas anteriores, se promocionan en la web, con sitio propio y no ocultan nada al espectador. Es más, se describen como “una entidad de bien público sin fines de lucro” que persigue que los movimientos ecologistas los vean como “instrumento válido en la difusión de la filosofía que sustenta”, con la cual aseguran “estar plenamente comprometidos”.
Claramente en algún momento del tiempo, las premisas que llevaron a la creación de “Naturaleza Viva” se corrieron de su eje, mutaron, se bifurcaron a otros destinos disímiles. Se trasformaron en un lugar totalmente diferente al que “soñaron”. Falta de recursos, desidia, inoperancia (si uno quiere pensar positivamente) quizás sean los argumentos apropiados que puedan esgrimirse para explicar el resultado actual. Malicia, crueldad o cinismo, también pueden aplicar, si acaso nuestra mirada es más severa.
Sería entonces interesante la presencia de las autoridades pertinentes, para que el sufrimiento y el abandono de estos animales, deje se ser. Todavía están a tiempo de que la “naturaleza” viva realmente allí, esperamos que quienes tengan que actuar, lo hagan y rápido.