Macri se queja de lo que él hacía: “El Gobierno busca venganza y tienen como objetivo a mis hijos”
El expresidente Mauricio Macri criticó duramente al procurador del Tesoro, Carlos Zannini y pidió que la Jueza Marta Cirulli y las camaristas María Lilia Díaz Cordero y Matilde Ballerini “se den cuenta de que todavía están a tiempo de frenar estos atropellos”.
El exmandatario realizó una breve síntesis de la causa y consideró que Zanini no quiere que la empresa pague “el 100% de la deuda y el pago de todos los intereses” porque no podría pedir la quiebra de la compañía. “Buscan dañarme y tienen como objetivo a mis hijos”, aseguró Macri, que concluyó su extenso escrito indicando: “No pido privilegios, pido justicia”.
PERSECUCIÓN Y VENGANZA
“El gobierno busca venganza. Buscan dañarme y tienen como objetivo a mis hijos. Ese acto lo ejecutan a través de la Justicia, manipulada por el procurador del Tesoro, Carlos Zannini. De eso se trata el caso del Correo Argentino SA.
Voy a explicar en esta carta algunos aspectos de lo que está pasando en la causa del Correo para que la opinión pública tenga claro que no solo está en juego la integridad de mi familia, sino la idea misma de justicia. Esto que me está pasando a mí no le puede pasar a ningún otro argentino.
En 2001, Correo Argentino SA, concesionario del servicio postal, tuvo que presentarse en convocatoria de acreedores por los graves incumplimientos de los compromisos del Estado Nacional. En efecto, a los pocos meses de haber asumido, Néstor Kirchner rescindió la concesión del Correo violando el debido proceso. Además, en un acto inconstitucional, le robaron a la empresa todos los activos: la totalidad de su equipamiento, vehículos, instalaciones, infraestructura, sistemas y hasta el dinero en las cuentas bancarias. El Estado nunca pagó ni un peso por esos activos.
A partir de ahí, el gobierno kirchnerista rechazó todas las propuestas concursales de la empresa, que siempre contaron con la aprobación de los síndicos y el acompañamiento de la casi totalidad de sus 700 acreedores.
Esta situación anormal se dilató durante los últimos 18 años. Agotados por el atropello político y judicial, y sin expectativas de encontrar justicia, recientemente los accionistas aprobaron el pago del 100% de la deuda y el pago de todos los intereses de esa deuda, según la Justicia determine.
Sin embargo, el gobierno rechazó una vez más esta propuesta. Al contrario, se manifestó en forma aún más hostil e ilegal que los gobiernos anteriores de Cristina Fernández de Kirchner. Ahora, el procurador Carlos Zannini, actuando en contra de los intereses del Estado y de la gente, rechazó cobrar el 100% de lo adeudado. En lugar de ello, excediendo sus facultades, exige sanciones y la quiebra de la empresa.
¿Por qué Zannini hace esto?
Porque si aceptara que la deuda fuera pagada no podría pedir la quiebra.
¿Y por qué quiere pedir la quiebra?
Porque mis hijos fueron accionistas.
Esa es la razón. Es la forma de atacarlos para atacarme. Esta es la verdad. No es justicia, es persecución y venganza.
Lamentablemente para la credibilidad del fuero comercial, Zannini logró varios fallos violatorios a los derechos constitucionales.
La fiscal Gabriela Boquín rechazó todas las propuestas de pago hechas por Correo Argentino y solo se preocupó por perseguir su quiebra. La fiscal no quiere que el Estado Nacional cobre, quiere que el Correo Argentino quiebre. Es raro, este no es el comportamiento que tiene con otras empresas. De hecho, es todo lo contrario a lo que hizo con OIL Combustibles, la empresa de Cristóbal López.
Por otro lado, es bueno que la opinión pública sepa que si la jueza Marta Cirulli llegara a rechazar la propuesta de pago total de la deuda que hizo Correo Argentino, será un oscuro hito histórico que significará la destrucción de la seguridad jurídica en nuestro país. Será cada vez más difícil, si no imposible, que empresas argentinas y del mundo confíen en invertir y desarrollar empleo en nuestro país.
Espero que la Sra. Jueza Marta Cirulli y las Sras. Camaristas María Lilia Díaz Cordero y Matilde Ballerini se den cuenta de que todavía están a tiempo de frenar estos atropellos. Tienen en sus manos la responsabilidad histórica de preservar los tribunales como el último espacio en donde un ciudadano puede encontrar protección judicial ante los atropellos, la corrupción y la venganza.
Ojalá la Justicia Comercial no quede en la historia como un protagonista responsable de haber contribuido a transformar nuestro querido país en Argenzuela.
“No pido privilegios, pido justicia”.