Erico, el eterno goleador
El pasado 23 de Julio se cumplieron 45 años del fallecimiento del máximo goleador del futbol argentino, Arsenio Erico.
Erico nació en Asunción el 30 de Marzo de 1915. Comenzó su carrera como jugador en el Club Nacional y más tarde brilló en Independiente. Es considerado por la FIFA como el mejor jugador paraguayo de todos los tiempos y uno de los mejores futbolistas sudamericanos de la historia. Según la tabla de la IFFHS se ubica en puesto 34 de los máximos goleadores, siendo el jugador paraguayo que más goles ha convertido en torneos de primera división, con 331 tantos en 372 partidos lo que da un promedio de 0,88, que lo ubica en el puesto 34 de la tabla de máximos goleadores de todos los tiempos.
Arsenio Erico convirtió 47 goles en torneo de 1937 siendo el máximo goleador de una temporada por un torneo.
Si bien Erico es considerado el máximo goleador del futbol argentino con 293 goles en los últimos años, a Ángel Labruna quien había convertido 292 goles, se le computo un gol as, lo que ambos compartirían ese privilegio, pero hay otros estadistas que le computaron luego al paraguayo dos goles mas llegando así a 295 tantos.
En 1932 estalló la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia y como Erico aún no tenía edad de ser enrolado, le permitieron acompañar una gira en una selección de la Cruz Roja con fines de recolección de fondos. Ahí el paraguayo deslumbró en tierras argentinas. Le echaron el ojo dirigentes de River Plate e Independiente, pero fuero los de Avellaneda los que se quedaron con el poderío goleador de Erico.
Debutó para los Rojos de Independiente el 5 de mayo de 1934 contra Boca Juniors sin marcar goles. Tenía 19 años. En la siguiente fecha contra Chacarita Juniors logra el primero de sus 295 goles.
Luego de un par de años con lesiones que lo marginaron de las canchas, en 1937 desencadenó todo su potencial: 48 goles en un solo año (jugando 34 partidos), cifra que le significó ser el máximo goleador en un torneo largo. Además es el goleador con mejor promedio en un campeonato con 1,43 goles por partido. En 1938 llevó a Independiente a su primer título nacional en la época profesional y repitió el récord de goles por año marcando 43 tantos. Y al año siguiente, marcó 41 goles logrando el bicampeonato para los Diablos rojos.
Promediando 1942, Erico tuvo discusiones con los nuevos dirigentes de Independiente y se marchó al Paraguay. Ahí saldó una vieja deuda personal y familiar: sacar campeón al Nacional. Independiente recibió ofertas por él desde River Plate (por 100.000 pesos) y desde San Lorenzo de Almagro pero la hinchada roja no quería verlo vendido a una potencia rival y primó más el amor de la gente del club por su ídolo guaraní. De modo que no fue vendido, le hicieron contrato nuevo y volvió en 1943.
Una vez retirado del futbol profesional, fijó residencia en Argentina hasta su muerte y a menudo viajaba a su tierra natal para visitar a sus familiares. Después se casó ya maduro en 1960 con la señora Aurelia Blanco, argentina hija de inmigrantes españoles. Nunca tuvieron hijos.
En 1970, Erico asistió en Asunción a su propio homenaje dedicado con la disputa de un partido amistoso entre las selecciones de Argentina y Paraguay, ante un estadio Defensores del Chaco que se presentaba al tope de su capacidad. En la ocasión, le fue otorgado un trofeo de reconocimiento al tiempo de dar una vuelta completa al campo de juego en medio de aplausos.
En 1977 la pierna izquierda de Erico tuvo complicaciones sanguíneas debiéndose ser amputada. Parecía que se restablecía su salud pero tuvo un paro cardíaco fatal el 23 de julio de 1977. Al día siguiente, Independiente jugó contra River Plate, justamente los dos clubes que pujaron por los servicios del genial paraguayo ya 4 décadas atrás.
La gente se la pasó coreando, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, “¡se siente, se siente, Erico está presente…!”. Los Rojos le ganaron a los Millonarios 2 a 1 tras ir perdiendo 1 a 0.
Independiente corrió con los gastos del sepelio y entierro de Erico. En un día hábil y de invierno (bajo la dictadura militar argentina) partió de la sede de los Rojos la multitudinaria caravana fúnebre hacia el cementerio de Morón distante a 65 km.
El 24 de febrero de 2010, poco antes de emprender el traslado por tierra del féretro de Erico con destino a su país natal, fue despedido por medio de actos especiales a los que concurrió una importante cantidad de personas, primeramente en la sede del club Deportivo Paraguayo, por el estadio del club atlético Huracán y por último en la del equipo con el que se convirtió en leyenda, Independiente. El adiós definitivo de la República Argentina se llevó a cabo en la mañana del día siguiente, 25 de febrero, con otra sentida ceremonia celebrada en la cabecera del puente internacional San Roque González de Santa Cruz, que une la ciudad argentina de Posadas con la de Encarnación.
El histórico regreso a la República del Paraguay se produjo minutos después de esa misma jornada en la que fue recibido con honores y en medio de una multitud que lo aguardaba al otro lado del referido viaducto, ya en la capital del departamento de Itapúa. Desde ahí partió la caravana que acompañaba la comitiva con rumbo a Asunción, realizando durante el trayecto breves paradas en distintas localidades. A su llegada en horas de la tarde, fue objeto de un nuevo homenaje en el estadio que lleva su nombre, perteneciente a Nacional, su club de origen, y más tarde en el Congreso Nacional en donde estuvo presente el presidente de Paraguay, Fernando Lugo.
Finalmente, el 26 de febrero de 2010, el ataúd con los restos repatriados de Arsenio Erico fue transportado a su morada definitiva que tiene lugar en un mausoleo, construido especialmente para el efecto, ubicado dentro del estadio Defensores del Chaco.
Fue entrenador de Flandria en 1970, como unica experiencia en Argenta.
Convirtio en total 311 goles en 356 partidos incluyendo tambien los que hizo jugando para la selección paraguaya.
Por @juanpchavero