«Pechito» López hace historia y gana las tradicionales 24 Horas de Le Mans (Video)
El cordobés José María «Pechito» López se coronó este domingo campeón de las tradicionales 24 Horas de Le Mans, al comando de un Toyota GR010 Hybrid que compartió junto al británico Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi, y se convirtió en el segundo argentino en ganar en el mítico circuito de Le Sarthe, tras la hazaña del arrecifeño José Froilán González en 1954.
El auto número 7 del Toyota Gazoo Racing se impuso en la 89na. edición de la carrera en Francia, válida por la cuarta fecha del Campeonato Mundial de Resistencia, con ventaja sobre el coche 8 del mismo equipo, que pilotearon los ganadores del año pasado: el suizo Sebastian Buemi, el japonés Kazuki Nakajima y el australiano Brendon Hartley.
El tercer lugar del podio en el circuito de La Sarthe correspondió para el equipo Alpine Elf Mamut, integrado por los franceses Nicolas Lapierre y Matthieu Vaxiviere y el brasileño André Negrao.
«Pechito» López, de 38 años, se transformó en el segundo argentino en ganar las 24 Horas de Le Mans a 67 años de la victoria de José Froilán González en sociedad con el local Maurice Trintignant a bordo de una Ferrari 375
El equipo de conducción del argentino López pudo cobrarse revancha en su tercera participación consecutiva en Le Mans, donde estuvo a un paso de la gloria en las ediciones anteriores.
En 2019, tras puntear gran parte de la prueba, una mala estrategia del equipo los relegó al segundo lugar y el año pasado el auto número 7, tras ir punteando, tuvo inconvenientes con el turbo y pudo culminar en tercera posición.
El Toyota Gazoo Racing ganó la prueba por cuarto año seguido, ya que tanto en 2018 como 2019 lo hizo con el español Fernando Alonso como bandera, acompañado por Buemi y Nakajima.
Pero esta vez, después de las últimas frustraciones, la victoria fue para el equipo de «Pechito», quien así sumó su quinta presencia personal en Le Mans.
La pole position lograda el jueves pasado fue el primer eslabón y el gran manejo de los tres fue el segundo, ya que prácticamente realizaron un trabajo sin fallas, apoyados en un auto que esta vez no mancó en el camino y fue una herramienta casi perfecta.