Ricardo Fort, el adiós: los fuertes dolores, su adicción a la morfina y el nacimiento de la leyenda del Comandante
El último capítulo del documental de Infobae acerca un repaso por el deterioro físico del mediático chocolatero, hasta llegar a su muerte repentina a los 45 años.
Ricardo Fort murió el 25 de noviembre de 2013, pocos días después de haber celebrado apenas 45 años. “Yo me voy a morir joven”, solía repetir el Comandante hasta que su profecía se cumplió. Había logrado triunfar en los medios y ser querido por el público, pero descuidó su salud y el éxito le duró poco.
En el último capítulo del documental Ricardo Fort, el hombre detrás del show, periodistas y amigos del chocolatero recuerdan el deterioro en su cuerpo en la última etapa. La obsesión por tener el cuerpo perfecto lo llevó a abusar del gimnasio durante décadas, dañando su columna y su rodilla. Como consecuencia tuvo una serie de operaciones que empeoraron su estado.
“Tuve una peritonitis y estuve internado a punto de morirme. La gente no ve eso, que estuve a punto de morirme y no lo dejé por el arte”, decía el mediático en una entrevista. Luego de ese episodio ocurrido en Mar del Plata, presentía que le quedaba poco tiempo y se fue despidiendo de sus amigos con los que se había peleado, como Tito Speranza. “Me mostró la rodilla y me rompió el corazón”, afirmó el ex custodio.
El periodista Luis Ventura recuerda: “Él tenía puesto tantos tornillos que la columna parecía una montaña”. Sus allegados afirmaban que Fort gritaba de dolor. Tanto era el sufrimiento que se hizo adicto a la morfina. “Mezclaba morfina con champagne”, señaló el conductor de Secretos verdaderos. El Comandante estaba arrepentido de haberse operado la columna porque su salud fue empeorando día a día, sin embargo él no quería dejar de trabajar.
Finalmente, Ricardo falleció en la clínica Los Arcos. Aunque él soñaba con una despedida multitudinaria, su familia optó por un sepelio íntimo en el que solo unos pocos pudieron darle el último adiós en el cementerio de Pilar. No obstante, el país entero lo lloró. A partir de ese momento, nació una leyenda y sus fanáticos lo recuerdan siempre con sus videos, sus frases, sus ocurrencias y hasta sus peleas.
En su corta vida, Fort logró llegar a la televisión. Su ropa cara, sus relojes importados, sus autos de lujo y sus guardaespaldas lo convirtieron en un personaje irresistible para el común de la gente. Y, tras grabar su propio reality, desembarcó en ShowMatch y entró por la puerta grande a los hogares de todos los argentinos. Nunca sabremos si pudo ser feliz o no. Pero lo cierto es que murió habiendo cumplido su sueño de ser un personaje famoso y popular. Hoy sus dos hijos Felipe y Martita mantiene vivo su legado.
Así finaliza el documental Ricardo Fort, el hombre detrás del show, que consta de cinco capítulos. El primero, “El imperio Fort”, realiza un repaso por la historia familiar y de la conocida fábrica de chocolates; el segundo se refiere a su fama, “La explosión en la TV”; el tercero “Fama, lujo y excentricidad” refleja su relación con el dinero; la cuarta entrega hace referencia a sus amores; y este último El Adiós, que hace foco en su deterioro físico y su muerte prematura.