La noche de mujeres de Susana Giménez en Punta del Este: cena con su hija y amigas con vista al mar
La diva fue a comer a un exclusivo restaurante en la zona de José Ignacio, en donde también estaban Marcela Tinayre, Juana Viale y Ámbar De Benedictis.
Amigas, comida y vista al mar. Susana Giménez compartió una especial noche en Punta del Este (Uruguay), a donde suele viajar todos los veranos para descansar en su chacra La Mary, y en donde pasó el mayor tiempo durante la pandemia del coronavirus.
Si bien estaba invitada a la fiesta que organizó la revista Gente, la diva agradeció el gesto pero eligió no asistir por precaución debido el aumento de casos en las últimas semanas. Y prefirió pasar una noche de mujeres: fue a comer al exclusivo restaurante La Huella, en José Ignacio, junto a su hija Mecha Sarrabayrouse, su secretaria privada Dolores Mayol, su íntima amiga Inés Hernández y su histórica vestuarista.
La salida comenzó cerca de las 22, cuando las cinco llegaron al restaurante. Allí, se sentaron en una mesa alejada dentro del salón principal. ¿El motivo? Protegerse en medio de la pandemia. Es que la diva se contagió en junio del año pasado y debió ser internada en el Sanatorio Cantegril del país vecino. Y luego de una recuperación, la conductora busca seguir cuidándose. Por caso, vislumbraron que en otra mesa estaban sentadas Marcela Tinayre, su hija Juana Viale y su nieta Ámbar De Benedictis -quienes también compartieron una noche de mujeres- y Susana las saludó de lejos, fiel a estilo: levantó sus brazos, les habló alzando la voz lo suficiente para ser escuchada y, por supuesto, envió un cálido beso para Mirtha Legrand, quien esta temporada decidió quedarse en Buenos Aires.
Después de haber degustado un exclusivo menú, la diva y sus amigas abandonaron el restaurante pasadas las doce y media de la noche y, antes de dirigirse a su vehículo, se detuvieron a mirar la vidriera del local Sentido: comentaron lo que les gustaba y prometieron volver a hacer compras cuando estuviera abierto.
Susana Giménez y su hija, Mecha Sarrabayrouse
Una vez que visualizaron y comentaron lo que el local ofrecía en su vidriera, la diva no tuvo reparos en caminar en la arena y sobre las botas que llevaba puestas, hasta llegar a su camioneta, vehículo que le había alcanzado un joven del valet parking, a quien le dio propina por el gesto: intentó acercársela lo más que pudo para que ni ella ni sus amigas tuvieran que trasladarse sobre la arena.
Antes de subir a su camioneta, Susana fue captada por la lente de Teleshow, y saludó con buena predisposición. Por caso, aclaró que intenta salir lo menos posible de su casa porque no quiere volver a contagiarse de coronavirus. Es por eso que elige específicamente el tipo de actividades que realiza y lo hace dentro de lo que comúnmente se llama como su burbuja: es decir que no ve a otras personas y se mantiene dentro de su círculo íntimo.
En septiembre pasado, la diva había brindado una entrevista en la cual se refirió a su mayor miedo durante sus días de internación con neumonía bilateral por una complicación en su cuadro de coronavirus. “Primero, morirme. Y después, que me entubaran. Eso me aterrorizaba, dije ‘si me tienen que entubar, déjenme ir porque no lo voy a soportar’. No tenías ganas de morirme, pero el terror que te agarra, estar sola en tu cuarto y lloraba por todo. Un día me llamó (mi nieta) Lucía y estuve llorando una hora. No hablaba con nadie, no rezaba, no estaba enojada con Dios, pero me preguntaba lo que mucha gente: por qué”.
Y un día llegó el alta. Y con eso, el alivio. “Fue volver a nacer, fue increíble. Gracias a Dios, he sido una persona muy sana a pesar de que he tenido mis cosas. La cadera, que se me rompió y no sé qué pasó en una clase de baile y gimnasia. Los cálculos -señaló entre risas-, el apéndice… Me da risa, pero son pavadas”, dijo por ese entonces.
Susana Giménez pasó una divertida noche con amigas en La Huella (Fotos: Ramiro Souto)