Muchos de los cuidadores pasan a desempeñar una labor social en el intercambio diario con los vecinos. “En muchos casos, conocen los nombres de quienes frecuentan las plazas y hasta se los hace partícipes cuando algunos fallecen. En muchos casos son reconocidos por los familiares e invitados a despedir al difunto. Eso es algo que viven muy seguido”, cuenta el supervisor. Y destaca: “Esto es muy particular, puesto que no muchas veces se logra este tipo de vínculo entre un servidor público y el vecino”.
A sus 30 años, Germán Baragiola lleva cinco como guardaparques y se encarga de inspeccionar los espacios verdes de la Comuna 7 distribuidos entre Flores y Parque Chacabuco. “Me gusta esta posibilidad de poder estar al aire libre, conocer diferentes plazas que quizás nunca habría visitado, el contacto con las personas y resolver sus inquietudes. Muchas anécdotas me han sucedido en estos años, algunas con situaciones de riesgo, pero en las que pude asistir a los vecinos. Y eso es algo que te llena muchísimo”, expresa el joven agente.
“Los guardaparques tienen la responsabilidad de dar aviso inmediato cada vez que se produce una situación de riesgo, por ejemplo si existe una rama con peligro de caída o un cable fuera de lugar. También aportan ideas y reciben las sugerencias de los vecinos para mejorar la limpieza o dar aviso a alguien si lleva su perro suelto. La finalidad es lograr que se respeten las normas en armonía y concientizar a la gente”, destaca Florencia Valia, directora general de Espacios Verdes de la Ciudad.
La Ciudad desarrolla un plan que tiene como objetivo cubrir la mayor cantidad de plazas con este servicio que cuida tanto a los espacios como así también a los vecinos, puesto que los guardaparques representan una de las principales figuras a las que recurren los porteños en un espacio verde. Son un nexo directo indispensable entre las necesidades del vecino y las autoridades comunales.
Los guardaparques disponen de telefonía móvil que les permite estar conectados en tiempo real a través de los sistemas de geolocalización (GPS) y geogestión (AGPS). Con esta herramienta, envían alarmas que registran de manera inmediata su ubicación y reclamo, y permiten que el personal autorizado les brinde una respuesta o eleve el pedido al 911 en los casos en que sea necesario. Bajo este esquema se articula la labor de los guardaparques con el resto de las fuerzas de seguridad.
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