También se observa una suba por encima del promedio en el rubro de alimentos (+132%), que es el rubro de mayor incidencia en el IPC. Este fenómeno se da incluso en el marco de derechos de exportación y habiendo implementado cierres de exportaciones.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso expreso que “el presidente dijo que el viernes empieza la guerra contra la inflación. Si va a cumplir con su palabra entonces el jueves deberá declararle la guerra al déficit fiscal. El año pasado la asistencia del BCRA al Tesoro para financiar el déficit llegó a 3,7% del PBI, lo que es igual a $2 billones de pesos (¡el número tiene 12 ceros!)”.
El mandatario declaró que está dispuesto a desatar una “guerra contra los precios”. Marí, lejos de entusiasmarse advierte que “el gobierno sigue apostando al control y prohibición de exportaciones para contener los precios de los alimentos, muy lejos de la verdadera batalla contra la inflación”. Además, el economista señala que “estas medidas, que ya se implementaron en el pasado, siempre contribuyeron a destruir exportaciones, perder mercados y hacer caer los niveles de empleo registrado. Para colmo, como se desincentiva la producción, al final del día hay menos riqueza y menor oferta de los productos, aumentando la pobreza”.
Diego Piccardo, economista de la Fundación Libertad y Progreso señala que “los rubros que tienen precios regulados en su composición están fuertemente rezagados respecto a los demás. Esto se ve claramente en los precios de los servicios públicos que están prácticamente congelados desde que asumió el gobierno y ahora se están empezando a descongelar. De esta manera, es de esperar que, dados que los desequilibrios macroeconómicos persisten y los precios regulados empiezan a ajustarse, la inflación de este año sea mayor al 50,9% del 2021”.
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