Fernando Burlando habló del bebé que espera con Barby Franco: “Se viene un momento muy intenso y fuerte”
El abogado se convertirá en padre por tercera vez. Ya tiene dos hijas, María y Delfina, fruto de una relación anterior. Con la modelo buscaron durante más de cinco años este embarazo
“¡Habemus bebé!”, anunció Barby Franco en la Noche del Domingo. La modelo contó que está embarazada de cuatro meses y que con su pareja, Fernando Burlando, estuvieron buscando más de cinco años tener su primer hijo juntos. El lunes por la noche, el abogado se mostró feliz ante la noticia.
“Les agradezco a todos por la energía que nos están transmitiendo, nos hace muy bien”, fue lo primero que dijo en diálogo con LAM y recordó, como buen augurio de lo que está por venir, que los momentos más felices de su vida fueron cuando educó a sus hijas -él ya es padre de María y Delfina. Entonces agregó: “Se viene otro muy fuerte, muy intenso, en el que creo le puedo dedicar mucho tiempo. Que a mis hijas se lo dediqué, y sigo dedicándoles mucho tiempo”.
Aunque está ansioso por la llegada de su primer hijo con Bárbara, se mostró relajado respecto a lo que se viene y a sus 55, aseguró que “a esta altura de la vida todo es disfrute”.
“Después de tanto años de lucha, ilusión, desilusión, venís a nuestras vidas a darnos esperanza, amor, paz, felicidad y un montón de palabras que me imagino cada segundo …Te esperamos para darte cada segundo de nuestras nuestras vidas. Te amamos”, había escrito en sus redes sociales la secretaria del programa de Mariano Iúdica y el abogado compartió el posteo.
En tele, la modelo había explicado que desde hacía años buscaban ser padres: “Fue tremendo, la historia de este bebé viene de cinco años atrás, Dios quiso que sea de manera natural, dijimos ‘no puede ser’. Venimos hace cinco o seis años, tuvimos dos intentos con el método in vitro y de la nada dije ‘voy a relajar, que sea lo que Dios quiera’”. Y al poco tiempo… “Cuando vi el test y vi dos semanas, dije ‘no puede ser’. Era raro porque soy un reloj, pensé que sería por la estimulación, que te manipulan mucho y no entendía”.
Ella también le agradeció a su obstetra, Ignacio Pérez Tomasone, quien casualmente fue quien acompañó a Pampita en el nacimiento de Ana, hace apenas menos de un año. Fue justamente con Carolina Ardohain con quien se encomendó a la virgen de Luján el año pasado cuando juntas fueron caminando a la Basílica.
“Pampita me invitó a ir con sus amigas, porque no sabía si era creyente o no. Éramos 20 chicas. Ellas fueron a agradecer una situación muy íntima que tuvieron, y en mi caso fui a pedir algo a la Virgen. Pampita fue a agradecer la vida en sí”, había dicho en LAM y al ser consultada sobre qué era lo que había pedido, lo develó sin rodeos: “Hace muchos años que estamos buscando un bebé, tengo el deseo de ser madre, y va a depender de Dios”. Anteriormente, acompañada por Burlando se había encomendado a la Virgen del Cerro, en Salta.
Ya en el 2019 había comenzado a hablar públicamente, aunque sin mayores detalles, de su deseo de ser madre. “Fui a la ginecóloga y me ordenó varios estudios para ver qué onda conmigo. Me tengo que hacer uno hormonal y otro más profundo. Muero de ganas de ser mamá”, había dicho. A partir de eso, cada vez que algún seguidor notó algún cambio en ella, levantó los rumores de embarazo, poniéndola en la incomoda situación de tener que desmentir algo que no era cierto, pero que deseaba profundamente.
Fue así como hace unas semanas, ya embarazada pero sin haber pasado las primeras doce semanas, acuñó el término “acoso en fertilidad” para dejar en evidencia lo que sienten las mujeres cuando constantemente en plena búsqueda del embarazo, son consultadas por ese bebé que no llega.
“Cansada del acoso en fertilidad. Duele. Más que nada cuando uno está en lucha. Más de una me debe entender”, escribió en Instagram. María Agustina Capurro, psicóloga con orientación perinatal y reproductiva (MN 69748) había explicado en ese momento a Teleshow el detrás de la tan común, pero incómoda pregunta “¿y el hijo para cuándo?”. “Muchas veces se desconocen diagnósticos, tratamientos, intervenciones quirúrgicas, pérdidas gestacionales, procesos administrativos, duelos, toma de decisiones, y muchas otras posibilidades que se transitan y que por no ser visibles no son tenidas en cuenta. Cuando el deseo está presente y pulsa y el embarazo por diferentes motivos no llega se activan emociones, dudas, ansiedades, incluso la culpa puede emerger. Son momentos de vulnerabilidad y sensibilidad que requieren de un abordaje cuidadoso lejos de las expectativas ajenas y presiones del entorno”, sostuvo.