¿Quién es la tercer persona detenia en la causa que investiga el atentando a la Vicepresidenta?
A primeras horas de ayer martes, el portal especializado NCN (Noticias Congreso Nacional) daba cuenta de la vicepresidenta Cristina Kirchner había recibido una nueva amenaza de muerte y la jueza federal María Eugenia Capuchetti, quien investiga el intento de atentado en su contra del 1 de septiembre, pidió que se reforzara su custodia.
En horas de la tarde, a esta información se sumó la noticia de una nueva detenida en la causa, que le permitió a la Jueza acumular nuevos datos vinculados con la planificación del ataque, como así también con maniobras de encubrimiento, informaron fuentes del caso.
Según detalló el menacionado portal, la tercera detenida fue identificada como Agustina Díaz, de 21 años, que estaría involucrada con los dos primeros sospechosos en función de una serie de mensajes intercambiados. Según parece la detenida intentó ayudar a los primeros a ocultarse de la justicia, por lo que le imputarían el delito de encubrimiento.
Vale recordar que los otros dos detenidos en este expediente son Fernando André Sabag Montiel (35), el hombre que empuñó el arma que apuntó a la cabeza de la Vicepresidenta, y su novia Brenda «Ámbar» Uliarte (23), quien también está acusada por la tentativa de homicidio.
La información que comprometió a Díaz hasta el punto de que fuera ordenada su detención surgió del celular de Uliarte, quien la tenía agendada como «Amor de mi vida» y solía compartir expresiones de odio, según informaron a la agencia Telám fuentes de la investigación.
La detención de Díaz se produjo en el partido bonaerense de San Miguel, en el marco de una serie de operativos ordenados por la jueza federal María Eugenia Capuchetti y llevados a cabo por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
En el allanamiento en el que se produjo la detención se secuestraron tres teléfonos celulares, de los cuales solo uno estaba activo, informaron las fuentes consultadas.
La PSA llevó a cabo en la noche del lunes, además, otros dos allanamientos, uno en provincia de Buenos Aires y otro en la ciudad de Buenos Aires, en los que se secuestraron también teléfonos celulares notebooks, pendrives y demás dispositivos que ya están siendo sometidos a peritaje.
Uno de esos allanamientos fue en el domicilio de un hombre de confianza de Uliarte, con el que mantenía intensas comunicaciones y que los investigadores creen que pudo haberla ayudado a tratar de escapar: le secuestraron el teléfono celular y otros elementos para avanzar con esa línea de pesquisa.
Tras estas acciones, la jueza Capuchetti ordenó el levantamiento del secreto de sumario, mientras que por estas horas se espera que la magistrada fije audiencia para la indagatoria de la nueva detenida, lo que según el Código Procesal Penal deberá ocurrir dentro de las 24 horas de su arresto, plazo que puede ser prorrogado por otras 24 horas.
Se especulaba con que la magistrada utilizaría esa extensión a la espera de que pueda ser obtenida toda la información albergada en los dispositivos electrónicos secuestrados en el allanamiento a la casa de Díaz.
El defensor oficial Juan Martín Hermida fue notificado esta tarde de su designación para la defensa de la nueva detenida y decidió entrevistarse con ella: asumirá su defensa si no surgen «intereses contrapuestos» con la representación de Sabag Montiel, a quien ya defiende en este caso.
Por otra parte, se esperaba que la magistrada convoque a Sabag Montiel y a Uliarte a ampliar su indagatoria para exhibirles la nueva prueba incorporada al expediente, entre la que se destacan los mensajes obtenidos del teléfono de la novia del principal acusado del atentado que confirman que el del 1 de septiembre no fue el primer intento de asesinato contra la Vicepresidenta.
En relación a la planificación previa del atentado, el periodista Iván Schargrodsky reveló hoy, en su newsletter de publicación semanal Off The Record, que «Uliarte y Fernando Sabag Montiel planeaban alquilar un departamento para tener visibilidad directa al balcón de Cristina Fernández de Kirchner».
La información también surge del teléfono de la propia imputada y abre para los investigadores una nueva incógnita: ¿Quién financiaba los emprendimientos de esta banda criminal que tenía tiempo para hacer tareas de inteligencia y buscaba rentar una vivienda en Recoleta?