Informe Especial| ¿Es el Mundial una «cortina de humo» para que los Gobiernos tomen medidas polémicas?
A horas nada más del comienzo del Mundial en Qatar muchos dicen que la “política” quedará en suspenso. Que, cuando la pelota comienza a rodar en suelo árabe, los debates de la agenda quedarán “stand by” y los ojos solo se posarán en lo que acontezca con la “Scaloneta”, de manera exclusiva.
Pero existe otro lado que poco adhiere a estas afirmaciones. A lo largo de la historia mundialista de FIFA, en la Argentina los gobiernos aprovecharon “el dopaje” social que implica la número cinco para pegar algunos “timonazos” que, de ser otra la época del año, hubiera sido imposible. Creando así el mito de que la Copa del Mundo “sirve para tapar medidas polémicas”.
Panen et circenses (Pan y circo) decía Juvenal para referirse a la política de los espectáculos circenses para mantener, en tiempos del Imperio Romano, al pueblo en calma y conservar así el statu quo. Antaño el Coliseo hacía realidad el circo, ahora la Copa del Mundo parece ser su «espejo».
Repasemos entonces cada año marcado por el evento deportivo del planeta por excepción y pongamos en perspectiva que aconteció con la política interna de entonces.
Porque a decir verdad estos “cimbronazos mundialistas” de dieron desde el momento cero. Ya en 1930, cuando se disputó el primer certamen, la Argentina padecía consecuencias en su política diaria. A pocos meses del Crack del 29, la goleada de Uruguay en la final (por 4-2) venia de la mano con el general José Félix Uriburu, que pondría inicio a la llamada “Década Infame”. El derrocamiento de Hipólito Yrigoyen llegaba de la mano de con una enorme crisis de desempleo. Relatan los juglares de entonces, que como la radio era un artefacto para pocos, las multitudes se agolpaban frente a las redacciones de los diarios, que recibían por cable las alternativas de los partidos y las informaban a través de pizarras.
(video gentileza @carlosalejandro)
Sacando la vuelta tempranera “a casa” en Italia 34 (perdimos en 8vos), vinieron una larga ausencia en mundiales (´38, ´50 y ´54). La gran vuelta fue en Suecia 1958. Para Mayo de ese año el líder de la Unión Cívica Radical Intransigente, Arturo Frondizi, llegó al gobierno tras sellar una alianza con Perón. Sin embargo, su política desarrollista, llevada a cabo mediante la contratación de empresas extranjeras para la extracción de petróleo y la gestión de un crédito del FMI, condicionado a la implementación de medidas liberales, no tardaron en granjearle la hostilidad del peronismo. La cosa no sería mejor en el futbol, el conocido “desastre de Suecia” y la eliminación 6-1 ante Checoslovaquia fueron detonantes de uno de los peores recibimientos que tuvo una selección a lo largo de la historia: huevos y modas eran arrojados a los jugadores al bajar del avión en Ezeiza.
(video gentileza @AUF)
Conforme al clima impuesto por la auto titulada Revolución Libertadora, ya se había propagado una corriente de fuerte autodenigración de todo aquello que fuera de procedencia nacional, incluido el estilo de juego argentino.
Amadeo Carrizo, uno de los más apuntados por la indignación popular, supo contar que “el avión no aterrizó donde lo hacía siempre, estacionó en una zona más alejada. Bajamos y tuvimos que ir caminando hasta la terminal. Parecía que todo estaba armado para que nos insultaran y nos agredieran. En vez de protegernos, nos expusieron, como si alguien lo hubiera organizado para que sufriéramos. Nos trataron mal hasta quienes tenían que revisarnos las valijas. Las abrían así nomás y nos tiraban las cosas por el suelo, sin ningún tipo de cuidado.”
Otros asignan el momento a que ese mismo día aterrizó una misión del Fondo Monetario Internacional que venía a negociar un préstamo porque la deuda externa argentina había prácticamente alcanzado los mil millones de dólares. Sea cual fuera el verdadero motivo, el amalgamar la crisis en lo deportivo y lo social sería moneda corriente a lo largo de los años.
(video gentileza @CanalEncuentro)
En 1962, el año del Mundial de Chile, el peso se devaluó un 60 por ciento entre enero y diciembre; José María Guido desplazó a Frondizi de la presidencia –lo que derivó en que tuviéramos tres ministros de Economía (Jorge Wehbe, Federico Pinedo y Álvaro Alsogaray) en apenas dos semanas- y el enfrentamiento entre las facciones militares conocidas como Azules y Colorados tiñó de tensión el clima social. Dos meses después de la caída de Frondizi, la selección produjo una de sus más anodinas actuaciones en Copas del Mundo.
(video gentileza @DiFilm)
Política y futbol tampoco se soltaron la mano en el ´66. Tras la derrota en Wembley y el banderín apretujado por Rattin, el nuevo Gobierno de Onganía (que un mes antes había derrocado a Illia) hizo valer el “nacionalismo” y declaró al plantel «campeones morales», haciéndolos «acreedores al jubiloso recibimiento con que os esperan el pueblo y el gobierno de la Patria».
En 1974, la muerte de Perón en pleno mundial, dejaba a una Argentina con desempleo en aumento y un congelamiento de precios y salarios que provocaba desabastecimiento y mercado negro. El dólar aumentaba un 100% y restaban meses para entrar en la etapa más oscura de la historia.
El Gobierno decretó tres días de duelo. La AFA intentó postergar sin éxito el partido, previsto para el 3 de julio. En FIFA entendieron el pedido, pero optaron por no defraudar a los 50 mil aficionados que ya habían sacado su entrada.
El equipo en cancha fue de emergencia. Hubo brazalete negro y bandera a media asta. Fue la primera vez del Pato Fillol en un Mundial. A los 10 minutos llegó el minuto de silencio (en realidad fueron 20 segundos), único en la historia de una Copa del Mundo en el medio de un partido. El juego no solo se detuvo en el Parkstadion de Gelsenkirchen. Lo mismo sucedió en los encuentros de aquel día: Brasil – Holanda, Suecia – Yugoslavia y Polonia – Alemania Federal. El homenaje a Perón trascendió fronteras y alcanzó niveles impensados.
La celeste y blanca no la paso bien en Alemania. Llegó a segunda fase donde perdió con Brasil 2-1, con Holanda 4-0 y cerró con los locales en empate 1-1 y sin chances de seguir en el certamen.
La historia de 1978 es conocida. La Copa del Mundo se jugó en nuestro suelo y la propaganda de que “los argentinos somos derechos y humanos” es una de las tantas falacias de la Dictadura Militar para intentar tapar con la redonda las acciones inhumanas en los Centros Clandestinos de Detención.
Alguna vez Alberto Tarantini, uno de los campeones del mundo tras la victoria final 3-1 sobre Holanda, admitió hace unos años en una entrevista a La Nación: «Nos utilizaron, no digo que no, utilizaron políticamente el Mundial. Se aprovecharon de lo que ganamos nosotros pero no pudieron usufructuarlo en el exterior. Duró un mes, después volvimos a la realidad».
El ocaso del Gobierno de Facto tuvo “acceso” a otra cita mundialista: España 1982. Marcada a fuego con la Guerra de Malvinas. La defensa del título no duró mucho: regreso a casa en segunda ronda con derrota 3-1 ante Brasil y la expulsión de Maradona en lo que suponía sería su primer mundial.
(video gentileza @esceolino)
Un detalle resumen todo: el inicio de la Copa fue derrota 1-0 ante Bélgica, el 13 de junio; ese mismo día, las fuerzas inglesas lanzaban su ataque final sobre las colinas que rodeaban a Puerto Argentino, que se rendiría al día siguiente. Los chicos en las trincheras habían escuchado el partido con sus portátiles: el gol de Erwin Vanderbergh se relató mientras argentinos e ingleses combatían cuerpo a cuerpo en Monte Longdon.
El fútbol se manchaba de sangre. Una vez más.
Para el segundo título, en tierra Azteca, ya había democracia, pero los problemas seguían. Claro que la imagen colectiva recordará por siempre a Diego en su máximo esplendor, pero acaso durante ese mes en que el pelusa deslumbraba al mundo, acá había despidos masivos en Aerolíneas Argentinas, 81,9% de inflación, la renuncia de Ministro de Defensa Germán López y un Plan Austral que vaticinaba un fracaso económico de la gestión de Alfonsín.
(video gentileza @DiFilm)
El subcampeonato en Italia ´90 distrajo la mirada. Era el momento de una “nueva política”, menos política y más televisada. El nuevo Presidente Menem estuvo presenten en las gradas en el debut 0-1 ante Camerún. Ese mes el dólar pasó de 5.310 australes a 5.465 australes y el Plan Bonez comenzaba a aplicarse en la Argentina. La privatización de empresas estatales, como YPF, Aerolíneas Argentinas, Entel, Gas del Estado, entre otras, fue acompañada por una apertura indiscriminada del mercado a los productos y capitales extranjeros y por una política de “relaciones carnales” con los Estados Unidos.
(video gentileza @TeledelRecuerdo)
Así llegamos a la cita de EEUU 1994. Año en que explotaba la AMIA y se reformaba la Constitución Nacional. A Diego le “cortaban las piernas” y La inflación minorista descendía a los niveles más bajos en medio siglo, se ubicó en el 1 % anual en un marco de total libertad de precios y salarios y la deuda externa se ubicaba en USD 81.000 millones y la cotización del dólar fue de $ 1 por unidad.
(video gentileza @DiFilm)
Esta sería la última Copa del Mundo con Maradona como jugador y un dato no menor: Jugó 4 en total y mientras que en el 86 y 94 la economía mostró gran crecimiento en Italia 1990 y España 1982, la economía y la política tuvieron una de las peores performance de la historia.
Para 1998 la Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Francia, entre el 10 de junio y el 12 de julio de 1998. Francia se convirtió en el tercer país en organizar dos campeonatos (tras México e Italia), 60 años después del mundial realizado en 1938.
(video gentileza @DiFilm)
En ese año la economía argentina mostró dos comportamientos claramente diferenciados. En la primera mitad del año las tasas de crecimiento de la actividad fueron superiores al 7% interanual, reflejando gran capacidad de absorción de los problemas financieros pero en la segunda mitad, especialmente luego del «default» ruso, la incertidumbre que ya había alcanzado a algunos países de la región se propagó sobre la economía argentina.
Un día antes de la final de esa Copa Menem convocó a un referéndum para habilitar su reelección. Hecho que finalmente no ocurriría.
En 2002, el colapso fue doble. Por un lado el fracaso rotundo de Bielsa y compañía regresando en primera ronda. Con Duhalde en el sillón de Rivadavia un visionario Reutemann alertaba sobre la necesidad de implementar con rapidez el “corralito” puesto que el Mundial desviaría la atención.
(video gentileza @DiFilm)
El contexto social no era alentador: El 26 de junio de ese año Maximiliano Kosteki, de 25 años, y Darío Santillán, de 21, ambos militantes de la Coordinadora Aníbal Verón, estaban cortando el Puente Pueyrredón, en una jornada de protesta en reclamo de planes sociales, y fueron asesinados a manos del comisario Franchiotti y del oficial Carlos Quevedo en el hall de la estación Avellaneda.
La llega de Néstor Kirchner al poder lo tuvo como protagonista en Alemania 2006. En ese año la economía argentina creció fuerte. Pero hubo un hecho clave: Él ordenaba al presidente del BCRA Martín Redrado utilizar unos USD 9.800 millones de las reservas internacionales del BCRA para cancelar la deuda de Argentina con el FMI para comenzar lo que se llamó desde ese momento una política de desendeudamiento luego de cerrar el canje de la deuda en el 2005 realizando una quita a los acreedores de un 70 %.
Pero en Junio la fantasía mundialista sirvió para que se ordenara una polémica decisión de importar gas a Bolivia y se impuso, desde el Congreso, la creación de “superpoderes” permanentes para el Jefe de Gabinete.
Por su parte el equipo argentino llegaba a los cuartos de final pero perdió por penales con su eterno rival: el local Alemania.
La Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 coincida con una Argentina que registraba una economía saludable con un fuerte crecimiento impulsado por el aumento del consumo y la inversión.
Con Cristina Fernández de Kirchner como primera presidenta electa, se decidió echar al presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), mediante un DNU, con los argumentos de «mala conducta» e «incumplimiento de los deberes de funcionario público, y lo amenazó con iniciarle acciones legales, luego que el economista se negara a presentar la renuncia”.
Año en el que se intervendría Metrogas, la inflación se ubicó en el 27% anual y la deuda pública llegó a los US$ 165.000 millones y la cotización el valor del dólar llegó a los $ 4. El equipo que tenía como director técnico a Maradona llegó a los cuartos de final y perdió con Alemania 4 a 0.
En Brasil 2014, el subcampeonato de la Selección llegaba de la mano de una caída del PBI del 2,5 %, la inflación llego al 40 % anual y la deuda pública se ubicó en los USD 227.000 millones y con un tipo de cambio cada vez más retrasado el en mercado libre llegaba a los $12.
Los aumentos en el transporte público y la nafta, se sumaban al procesamiento del ex Vicepresidente Amado Boudou, en el caso Ciccone.
Mauricio Macri llegó al poder y tuvo bajo su “mandato” el Mundial Rusia 2018. A poco de comenzar la Copa el Gobierno negociaba con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo para afrontar la crisis que ha provocado la devaluación del peso. Sería el mayor endeudamiento de toda la historia de la Argentina.
Ese año el proyecto por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo llegó a tener media sanción en el Congreso (aunque luego fue rechazado por el Senado). En materia judicial apareció la causa de los “Cuadernos de la corrupción” y la proliferación de confesiones de funcionarios del kirchnerismo y empresarios que reconocieron haber pagado y recibido coimas.
Un detalle: en 2018, año mundialista, se volvió a discutir si los jueces deben pagar Ganancias y qué magistrados son los que deben pagar este tributo (Discusión que se remonta a la década del ’30, año donde comienzan a disputarse las Copas del Mundo).
Sin contar el presente, la selección argentina se clasificó para 17 ediciones de los mundiales. En tres de esos años (1930, 1962 y 1966) en Argentina hubo golpes de estado. En ocho de esos mundiales -1966, 1974, 1978, 1986, 1994, 2006, 2010, 2014 – a la economía le fue bien.
Hay cuatros mundiales, el de 1982 en España, el de Italia 1990, Corea Japón 2002 y Rusia 2018 donde se produjeron las peores crisis financieras y económicas de la historia con fuertes caídas del PBI grandes devaluaciones, subas de la inflación y un gran aumento de la deuda pública.
A horas de que arranque una nueva edición de la Copa el Mundo, y visto los antecedentes, ¿Cuán real es que el futuro del Gobierno y de la sociedad argentina se reflejen en lo que ocurra con la Scaloneta en Qatar?
Un Paper Académico denominado “Una patada al PIB: el efecto de la victoria en la Copa Mundial de la FIFA” (A kick for the GDP: the effect of winning the FIFA World Cup) le podría dar cierta esperanza empírica a quienes apuestan a un rebote de la economía argentina luego de Qatar.
“Aplicando tanto un diseño de estudio de eventos como una estrategia sintética de diferencias en diferencias, el análisis muestra que ganar la Copa Mundial de la FIFA aumenta el crecimiento del PIB en al menos 0,25 puntos porcentuales en los dos trimestres siguientes” dicen los especialistas.
Fernández y su equipo, estiman que la economía crezca un 4% y el próximo año el 2%, resta saber si los números tendrán o no el “empujón” que Messi y el resto de los seleccionados puedan darle a fines de Noviembre.
Para NCN (Noticias Congreso Nacional) por Juan José Postararo