Con la floración del jacarandá, Buenos Aires regala estos días a vecinos y visitantes una estampa única que se repite cada año por estas fechas. La ciudad se tiñe de lila al cubrirse de flores las copas de esta icónica especie del arbolado porteño.
Con casi 19.000 ejemplares distribuidos en parques, plazas y veredas, esta variedad resalta por su atractivo cromático tanto como por sus condiciones de adaptación al entorno urbano. “Gracias al plan estratégico de arbolado, en los últimos años se plantaron más de mil ejemplares de jacarandá en la ciudad”, explicó Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal. Y agregó: “Es una de las principales especies contempladas dentro del Plan de Arbolado y destaca tanto por su belleza como por sus importantes beneficios ambientales”.
En las veredas porteñas se contabilizan 13.872 jacarandás; en tanto, otros 5.050 habitan en los espacios verdes. El jacarandá es el cuarto árbol con mayor presencia en el espacio público porteño, detrás del fresno americano, el plátano y el tilo.
Las zonas con más población de esta variedad son las avenidas Figueroa Alcorta, Sarmiento, 9 de Julio y San Juan. Destacados ejemplares embellecen asimismo el paisaje citadino junto a la Embajada de los Estados Unidos, el Parque Los Andes y el Jardín Botánico.
El jacarandá fue incorporado al paisaje urbano por iniciativa del diseñador francés Carlos Thays a finales del siglo XIX. Siendo director de Parques y Paseos, el experto organizó expediciones al Norte argentino para buscar flora con valor ornamental que pudiese habitar con éxito en la ciudad. Dentro de su plan, evaluó la adaptación de las mismas en el Jardín Botánico y observó cómo prosperaban en un clima menos cálido al de la región septentrional del país.
El ibira-pitá, el lapacho rosado, el palo borracho y el jacarandá fueron algunas de las variedades procedentes de esas latitudes, que hoy la Ciudad produce en su vivero de Parque Avellaneda, donde además se realizan adaptaciones de especies arbustivas y gramíneas con el objetivo de lograr parques y plazas con mayor variedad vegetal que aportan belleza paisajística e innumerables cantidad de beneficios ecosistémicos.
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