Por qué debes cerrar la tapa del inodoro antes de tirar la cadena
Muchas veces, cuando acabamos de usar el baño, tiramos de la cadena, nos lavamos las manos y nos marchamos sin bajar la tapa. Sin embargo, más allá de que un inodoro es estéticamente más bonito cerrado, dejándolo abierto estamos cometiendo un error que puede tener consecuencias bastante desagradables.
Las bacterias intestinales que se pueden encontrar dentro del inodoro -Escherichia coli, Norovirus, Salmonella o Campylobacterentre, entre otras- pueden saltar hasta un metro y medio de distancia cuando se tira de la cadena, debido al remolino de agua que se forma. Conviene, por tanto, tirar siempre de la cadena una vez se haya bajado la tapa del inodoro y no antes.
Este sencillo experimento, realizado por un Doctor en Biología y compartido a través de Twitter, lo demuestra: usando varias placas de Petri, utilizadas en microbiología para hacer cultivos con bacterias, su autor comprobó que, con la tapa subida, se desprendían “unas 10.000 bacterias por metro cuadrado” entre el suelo y las paredes.
¿Qué son las bacterias?
Las bacterias son uno de los cinco reinos de la naturaleza, junto con el animal, el vegetal, el de los hongos y el protista; constituyen el origen de la vida y la razón de su continuación. Algunas nos ayudan a digerir la comida, destruir células causantes de enfermedades y suministrar vitaminas al cuerpo; otras son usadas para elaborar alimentos tan sanos como el yogur o el queso.
De los miles de millones de bacterias que habitan en el cuerpo humano, sólo unas 100 pueden resultar perjudiciales por ser causantes de enfermedades: son las bacterias infecciosas, que se reproducen rápidamente dentro del cuerpo provocando enfermedades y cuyo tratamiento es el antibiótico. Algunas de las más conocidas son el estreptococo, el estafilococo y la E. coli.
Según la Fundación Educación, Salud y Sociedad, la cocina y el baño son las dos estancias donde más concentración de bacterias hay en una casa, por lo que recomienda limpiarlos con productos desinfectantes, ya que los que no lo son limpian, pero no eliminan los microorganismos. De las dos, la cocina, y en concreto en las esponjas y trapos, es donde más bacterias se acumulan.
Hay seis veces más bacterias en las esponjas y trapos de la cocina que en la tapa del inodoro. La humedad favorece su permanencia, así que algunas de las bacterias más comunes, como la Salmonella, el Campylobacter o la Escherichia coli, pueden permanecer hasta dos semanas en una esponja o trapo húmedo.
Aún así, para que una de esas bacterias nos perjudique, tiene que entrar en contacto con alguna zona estéril como, por ejemplo, la uretra. Por ello, si tomamos las medidas de precaución lógicas y mantenemos un nivel de higiene apropiado, estaremos haciendo lo correcto y no tendremos de qué preocuparnos.