El Congreso de Brasil analizará el decreto de intervención federal en la seguridad de Brasilia
El presidente del Senado y del Congreso Nacional de Brasil, Rodrigo Pacheco, convocó para hoy al parlamento para analizar el decreto firmado ayer por el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, que impone una intervención federal en los organismos de seguridad de Brasilia, en respuesta al ataque golpista en el que bolsonaristas invadieron y destrozaron las sedes de los tres poderes del Estado de la capital brasileña.
El decreto firmado por Lula determina que la seguridad pública en el Distrito Federal es responsabilidad del gobierno federal y nombra interventor al secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Cappelli, según el acta firmada por el mandatario.
“El presidente del Senado Federal, en uso de las atribuciones (…) hace saber que el Congreso Nacional es convocado extraordinariamente, sin pago de dieta, durante el período necesario para considerar el Decreto», ordenado por Lula para «poner fin al grave compromiso de orden público, en los términos señalados’”, escribió Pacheco en la carta enviada a los senadores.
La Constitución Federal brasileña establece que, incluso tratándose de un decreto, es decir, un acto firmado por el presidente de la República, corresponde al Congreso Nacional aprobar el estado de intervención federal.
Esta es la segunda vez que el gobierno federal impone tal intervención.
Además de Pacheco, el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, también regresará hoy a Brasilia.
Ambos líderes parlamentarios deben reunir a los congresistas este lunes para discutir la reacción del Congreso contra los actos de vandalismo cometidos por los partidarios del expresidente Jair Bolsonaro.
Aún no hay horario previsto, según informó la oficina de prensa de la Presidencia de Cámara.
El presidente del Senado incluso envió un mensaje a los senadores pidiendo unidad en este momento, informó el diario brasileño Folha de San Pablo.
En el mensaje, Pacheco dijo a los parlamentarios que la situación es «grave» y pidió a sus compañeros manifestarse «con vehemencia» contra los actos de vandalismo registrados en la capital federal.
Ayer, miles de seguidores de Bolsonaro que reclaman un golpe de Estado invadieron por cuatro horas y provocaron destrozos en el Palacio del Planalto (casa de gobierno), el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF).
Los partidarios del expresidente ultraderechista, derrotado en las últimas elecciones -quien además no reconoció su derrota y se fue del país dos días antes de que se terminara su mandato-, subieron la rampa del Congreso, rompieron las ventanas del edificio e invadieron el lugar, buscando crear las condiciones para un golpe de Estado.