Juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa: Uno de los sobreseídos complico a Luciano Pertossi y Máximo Thomsen
Hoy, lunes 16 de enero, se dió inicio a la tercera semana del juicio para buscar justicia sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa. Durante la jornada número once declararon: Los dos jóvenes sobreseídos, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, el “sospechoso número 11″, Tomás Colazo, las madres de Máximo Thomsen y Blas Cinalli, Rosalía Zárate y María Paula Cinalli y Santino Franco Massagli y José Aníbal Leguiza, amigos de Blas Cinalli con quienes intercambió mensajes por WhtasApp tras el asesinato.
Al declarar como testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores durante el juicio a los ocho imputados por el homicidio, Colazo (19) señaló además que al ver a la víctima caída le puso «el brazo a Máximo en el pecho» y lo tiró «para atrás», con «la intención de que no se peleen más».
«Lo que yo vi cerca fue a Máximo, me acuerdo ver de cerca a Ciro. Pegar bien, no vi quién, no estoy seguro. Luego de ponerle el brazo a Thomsen, me mira y mucho recuerdo no tengo», declaró el joven, quien nunca estuvo imputado en el caso, pero desde el inicio de la investigación fue señalado por los abogados de la familia de la víctima, Fernando Burlando y Fabián Améndola, como el «sospechoso número 11».
Colazo fue el segundo testigo de la décimo primera audiencia del debate, y relató además que antes de que fuera expulsado del local bailable, Luciano Pertossi (21), conocido suyo del colegio, tuvo «una discusión» en su interior, en la que hubo «empujones y cayeron al piso», hasta que «vienen los de seguridad y los separan».
«Cuando salgo y giro vuelvo a ver a Luciano agarrándose con esta persona con la que había tenido el conflicto adentro», explicó.
Ante una pregunta de Burlando sobre qué pasó tras «la pelea» frente al local bailable, Colazo dijo: «Nos retiramos caminando por esa cuadra».
A partir de una repregunta respecto de si «en algún momento» se preocuparon por la persona que habían agredido», agregó: «Creo que no».
Y a instancias del mismo abogado, quien le pidió que dijera qué opinión le merecen los acusados, dijo: «No lo puedo definir por esta situación. No le puedo dar. Para mí son buenos chicos, pero no tiene que ver con el suceso».
“Quiero que se hagan cargo de lo que hicieron” aseguró Guarino.
Consultado sobre si para él fue difícil señalar en los videos a quienes fueron hace tres años sus amigos, dijo muy afectado por la emoción: “No. Quiero que ellos se hagan cargo de lo que hicieron. La verdadera justicia sería que Fernando vuelva y gracias a ellos no va a poder ser posible”.