Juntos por el Cambio se quedó con la gobernación de Chubut
El candidato de Juntos por el Cambio Ignacio Torres alcanzó el 35,71% de los votos sin embargo el peronista Juan Pablo Luque, quien logró el 34,11% afirmó que esperará el conteo que realice la Justicia Electoral para hablar de un posible ganador.
Acompañado por Larreta y Bullrich, celebró el resultado ante los militantes en Trelew.
Este domingo un poco más de 470 mil ciudadanos chubutenses estaban habilitados para elegir al sucesor del gobernador Mariano Arcioni, cuya gestión termina con una imagen negativa del 80%. Los nombres que pujan por sucederlo son los de Ignacio Torres, de Juntos por el Cambio, y Juan Pablo Luque, candidato del peronismo y actual intendente de Comodoro Rivadavia, que se despegó de la gestión actual e incluso acusó a Arcioni de no ser peronista.
De acuerdo con las consultas realizadas por Télam a los jefes de campaña de las principales fuerzas políticas, se estima que la participación ciudadana se sitúa por encima del 60%, principalmente marcada por el temporal que azotó a la provincia durante el fin de semana.
El escrutinio se hizo extenso, debido a que la carga de datos fue lenta. A las 21, el Tribunal Electoral publicó la primera información. Con cerca poco más del 20% de los votos escrutados, Torres aparecía adelante por 7% de ventaja sobre Luque. No obstante, el conteo avanzó -siempre lento- y el candidato de Arriba Chubut comenzó a recortar la diferencia, aunque nunca alcanzó a JxC. A las 23 todavía restaba cargar más del 35% de los votos y la distancia entre ambos contendientes era poco más de 3%. A esa hora, la cautela apagó la algarabía en los dos búnkers de campaña. Pero con algo en común: tanto el oficialismo como la oposición se consideraban ganadores
En el búnker de campaña de Torres, ubicado en en el centro de Trelew, de donde es oriundo el senador nacional, esperaron la carga de datos con nerviosismo y cautela. A cada instante apretaba F5 en las notebooks del centro de cómputos partidarios y parangonaban los datos de los fiscales de JxC con los que cargaba el Tribunal Electoral de la provincia. La oposición se ilusionaba con dar el batacazo y disolver la hegemonía del oficialismo, tras 20 años consecutivos en el poder. Pero por la demora en la carga de los telegramas, intentaron mantener un clima de calma.
Pasas las 23, Comodoro Rivadavia, ciudad más populosa de la provincia y bastión peronista, continuaba con una dilación en el cómputo de sufragios. A esa hora aún apenas habían cargado al escrutinio provisorio el 60% de los votos de esa localidad. Para la oposición era clave ver los datos de las mesas de la ciudad petrolera. El peronismo, mientras tanto, se ilusionaba con dar vuelta la elección. Llevaban una ventaja de 12% en Comodoro -que se sostuvo hasta el final- y analizaban que sería suficiente para compensar el triunfo de JxC en otras localidades. Centralmente, Torres arrasó en Trelew e hizo buenas elecciones en Esquel, Rawson y localidades del interior. Esos datos le permitieron mantener la ventaja.
A las 19:30, Rodríguez Larreta y Bullrich ya habían llegado a Trelew. Cada uno por su lado. el objetivo era respaldar al senador nacional y buscar una foto triunfal. Eso se logró. Lo que no pudieron evitar fue apaciguar la tensión política entre ambos. Hace 10 días que no cruzan palabra. Excepto en el momento en el que subieron al escenario con Torres, para festejar, no se habían encontrado. Esquivaron todo lo que pudieron el cruce de miradas. Pese al esfuerzo por sostener la sonrisa, ambos transitaron con incomodidad los minutos que compartieron con el chubutense sobre la tarima.
A las 23:35, Luque habló en su búnker y dijo que los números de sus fiscales le indicaban que había ganado por 800 votos. Las declaraciones del intendente de Comodoro Rivadavia desataron molestia en el comando electoral de Torres. “Está vendiendo humo porque perdieron”, protestó un operador político de la oposición. Minutos después, el dirigente del PRO llegó a su sede partidaria, junto a Larreta y Bullrich y se subió al escenario. Cuestionó al peronismo y se adjudicó la victoria. “La verdad es que Chubut tiene un nuevo gobernador. Cambiamos la provincia después de 20 años”, enfatizó el candidato opositor y la militancia coreaba su nombre.
Luego de Torres, Larreta tomó el micrófono y felicitó al dirigente chubutense. “Vamos a estar juntos para ganarle al kirchnerismo. Ese es nuestro compromiso”, enfatizó el jefe de Gobierno. Su discurso fue breve, con anclaje nacional y una conclusión nacional. A su turno, Bullrich dio un discurso más extenso. Acaparó el escenario y buscó arengar a la militancia.
En ese contexto, se vivió el momento más incómodo. “Se siente, se siente, Patricia presidente”, coreó una parte del público. La ex ministra de Seguridad, con actitud conciliadora, buscó salir de esa situación con una broma. “El 13 vamos a discutir con Larreta quién es presidente. Ahora estamos para acompañar a Nacho. Tranquilos”, pidió. Larreta sonrió y le palmeó el hombro. La situación se descontracturó. “No se peleen, queremos que estén juntos”, empezaron a pedir, de pronto, los militantes. De igual modo, el aire quedó espeso.
La interna se encamina a su tramo final
El jefe de Gobierno y la ex ministra de Seguridad llegaron a la provincia por separado. Bullrich aterrizó minutos después de las 18 y se alojó en un hotel del centro de Trelew. La precandidata a Presidenta de JxC viajó en vuelo de línea acompañada por Luis Petri, su compañero de fórmula, Damián Arabia, precandidato a diputado nacional y armador político en el Interior, y Carlos Cortés, su jefe de prensa.
Por su parte, Rodríguez Larreta arribó antes de las 20 en vuelo particular y acompañado por Eduardo Macchiavelli, secretario de Proyección Federal y su armador político nacional, Christian Coelho, su jefe de prensa, y Augusto Rodríguez Larreta, su hermano y dirigente clave de su proyecto electoral.
Larreta y Bullrich atraviesan un momento de distancia y tensión política. En el sprint final de la campaña, los roces electorales crisparon su vínculo. Al terminar la fiscalización en la escuela que había votado por la mañana, Torres fue al encuentro de Rodríguez Larreta y de Bullrich. El jefe de Gobierno aguardaba en el bar Bulevu, a la vuelta del búnker de JxC. Por su parte, Bullrich estaba en el hotel Rayentray, en el centro de la ciudad. La ex ministra aprovechó el tiempo para hacer fotos de campaña con candidatos patagónicos aliados a su proyecto político.
Torres se acercó al hotel, conversó unos minutos con Bullrich y se sacaron una foto. “Estamos bien”, le transmitió el chubutense a la precandidata presidencial. Luego, se trasladó tres cuadras, hasta el bar donde estaba Larreta. Al llegar, mantuvieron una charla con el jefe de Gobierno y le manifestó la misma sensación: “Los datos son positivos”, deslizó el senador nacional.
A las 23:50, Torres, Larreta y Bullrich estaban sobre el escenario. El candidato chubutense hizo esfuerzos para recalcar la importancia de la “unidad”. Alzó los brazos de los dos precandidatos a presidente de JxC. No alcanzó. Si bien la oposición apuesta a la concertación a partir del 14 de agosto, ambos bandos de la interna acelerarán sus estrategias al máximo para imponerse en las PASO.
A nivel coaliciones, la oposición anexó otra provincia. Más allá de los tironeos internos, el triunfo en Chubut le da envión político a JxC. Especialmente por tratarse de un distrito con incidencia política de Sergio Massa, precandidato a presidente de Unión por la Patria. Fue la última foto que ofreció el calendario electoral antes de las primarias que sucederán en dos semanas.