Detuvieron a dos sospechosos por el crimen del ingeniero Mariano Barbieri
Dos sospechosos fueron detenidos este lunes por la tarde en el Barrio 31 de Retiro en el marco de la investigación por el crimen del ingeniero civil Mariano Barbieri, asesinado de una puñalada en el pecho el miércoles pasado en los bosques del barrio porteño de Palermo, informaron fuentes policiales.
La primera detención fue llevada a cabo por personal de la Policía de la Ciudad que en poder del acusado, de 29 años, secuestró un gorro y una bufanda de similares características a las del presunto homicida, que se cree quedó filmado pocas antes de lo ocurrido con un grupo de personas en situación de calle en otra plaza cercana al lugar del hecho.
Fuentes policiales informaron a Télam que además de esas prendas de vestir, la fisonomía del apresado se condice con la de esa persona, que llevaba puesta un buzo rojo y que quedó registrada en imágenes de las cámaras de seguridad que lo mostraron escapando de dónde se cometió el crimen.
Más tarde, el segundo sospechoso fue entregado a la justicia por efectivos de la División Antidrogas Norte, añadieron los informantes.
A su vez, personal de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad continuaba esta noche con la recolección de pruebas en busca de determinar si este sospechoso es el autor del homicidio, añadieron los voceros.
El detenido quedó a disposición del fiscal Nacional en lo Criminal y Correccional 36. Marcelo Munilla Lacasa; y la jueza 8 del mismo fuero, Susana Berna.
Según fuentes judiciales, el principal sospechoso que quedó filmado es un hombre de aproximadamente 1.70 metros de altura y en situación de calle.
«Está filmado en una ‘ranchada’ en una plaza cercana horas antes del hecho. Coincide con la descripción que dio el testigo ocular, que también indicó el momento del ataque y su huida, que fue en dirección a la avenida Figueroa Alcorta. Su rostro está difuso ya que las cámaras que lo captan están en altura», confió a Télam un investigador.
Ese testigo es un vecino que estaba paseando a su perro por el parque y habló de «un hombre de una edad promedio de 30 años y que vestía un buzo colorado, jeans y zapatillas», detalló la fuente consultada.
En tanto, para los próximos días el fiscal aguarda los resultados genéticos a las manchas hemáticas halladas en el cuchillo tipo tramontina que presuntamente utilizó el atacante para apuñalar a Barbieri.
«Hay huellas dactilares parciales en la hoja del cuchillo», indicó el pesquisa, aunque aclaró que «es difícil» lograr una identificación en base a la misma.
Por otra parte, el teléfono celular marca Motorola que le fue sustraído a la víctima «está apagado», por lo que no pudo lograrse su geolocalización.
Del testimonio de Maricel, la viuda de Barbieri y madre de su bebé de apenas tres meses, se estableció que la víctima había ido a la Plaza Tres de Febrero de Palermo para meditar.
«Estoy entrando al parque para hacer una meditación de la luna llena», le envió en un audio Barbieri a una amiga de él minutos antes del ataque, del que se cree que fue «por sorpresa» mientras miraba al cielo.
«Hubo una pelea cuerpo a cuerpo, breve, donde pidió ayuda. Esto hace creer que se defendió al menos», explicó una persona con acceso a la causa.
Mientras que Gonzalo, uno de los amigos de la víctima, dijo el domingo por la mañana al canal LN+ que le llamaba la atención «que en una de las zonas más poderosas de Buenos Aires haya pasado esto, en un lugar público y que no haya imágenes de esta persona (el atacante)».
El hombre había escrito horas antes una carta en sus redes sociales en la cual destacó como «uno de los actos más crueles que una persona puede experimentar, el ver llegar en un huevito a un bebé recién nacido al velatorio de su papá».
Barbieri tenía 42 años, era ingeniero civil y si bien tenía domicilio en Béccar, partido de San Isidro, momentáneamente estaba distanciado de su pareja y estaba viviendo en la casa de un amigo en Palermo, cerca de donde fue atacado.
El crimen ocurrió cerca de las 22.45 del miércoles último cuando Barbieri caminaba por la zona del Parque Tres de Febrero cercana al Jardín Japonés.
Tras el ataque, quedó filmado cuando entró a la heladería «Cremolatti», situada en la esquina de Del Libertador y Lafinur, mientras se sujetaba la remera por sobre el abdomen para pedir ayuda.
«No me quiero morir», le dijo a los empleados y clientes, tras lo cual se recostó en el suelo, según se observa en el video grabado por una cámara de la heladería.
Al lugar arribó una ambulancia del SAME que lo trasladó al Hospital Fernández, pero por la gravedad de la herida no pudo ser reanimado y falleció.
La autopsia confirmó que Barbieri murió de una sola puñalada que ingresó entre seis y siete centímetros en el tórax y le afectó «la pleura, el pericardio y la aurícula derecha» del corazón de la víctima.
Durante la mañana del jueves se realizaron pericias en el lugar, luego de que un periodista que cubría la noticia halló el presunto cuchillo utilizado para cometer el crimen.
La Policía también incautó una mochila, un short gris, una campera, una frazada y un barbijo dentro de la Plaza Sicilia, que están siendo peritados.