Jorge Lanata habló sobre su internación: “Fue un mes de viaje, no sé dónde estuve, pero no quise quedarme ahí”
El periodista dio una entrevista donde contó cómo vivió los 24 días en la Fundación Favaloro, muchos de ellos en coma inducido. Además, anuncia el lanzamiento de su nuevo libro y define a Javier Milei como el “Doctor Frankenstein”
Jorge Lanata atravesó un delicado episodio de salud que lo mantuvo internado durante 24 días, gran parte de los cuales estuvo en coma inducido. Mientras se prepara para lanzar su nuevo libro titulado “Óxido: Historia de la corrupción en Argentina 1580-2023″ que aborda la historia de la corrupción en el país, el periodista reflexiona: “Me impresiona eso de que somos la rama que se rompe”.
El periodista transitaba sus días en una sala de terapia intensiva cuando el país estaba inmerso en un escenario marcado por la volatilidad del dólar, las especulaciones sobre crisis financieras, las tensiones políticas, encuestas agitadas, y campañas electorales repletas de anuncios. La sensación de estar en ninguna parte. Ni aquí ni allá, su cuerpo aferrado a una cama mientras su mente deambulaba en otro plano. Una neblina, un estado de suspensión, un paréntesis en la vida.
A ocho años de su trascendental trasplante, que marcó el primer trasplante cruzado entre cuatro personas en América Latina, esta no fue una recaída más. Su salud estuvo al límite: un shock septicémico, dos veces intubado, una infección urinaria y un sueño profundo de veinte días.
“Fue un mes de viaje, no sé dónde estuve, pero no quise quedarme ahí”, confiesa Lanata en una nota con Marina Zucchi para la Revista Viva. Con su característica tenacidad, desafiando los límites de la ciencia y la resistencia de sus pulmones, relata cómo fue su estadía en la Fundación Favaloro.
En un revelador diálogo, Lanata comparte detalles sobre su internación y los momentos en los que su vida pendía de un hilo. Se destaca su mención a Carmen Gómez, su anestesista, quien también fue invitada al programa PPT por su importante papel en su recuperación y su relación con el legendario médico René Favaloro.
Jorge cuenta la anécdota que el recordado médico cardiocirujano -fallecido el 29 de julio del 2000- tenía miedo cuando le sacaban sangre. “A él no le gustaba y en la única persona en la que confiaba era en Carmen. Tiene esa poderosa llave que separa la vida y la muerte…”, relata.
El periodista reflexiona sobre su experiencia en coma inducido, describiendo la sensación de estar en un “no lugar,” una dimensión fuera de lo conocido. Jorge confiesa que aún no ha decidido dejar de fumar, a pesar de los riesgos para su salud.
“Los sueños, cuando yo estaba en terapia intensiva, eran vívidos. No era que yo me daba cuenta de que eran sueños. Eso para mí era la vida. Más sonaría artificial. Mirá, cuando trabajaba en 56, Cuarenta años de periodismo y algo de vida personal, en medio de la escritura de ese libro, me cuentan que soy adoptado”, cuenta en la entrevista.
Al ser consultado, si fue un mes perdido en su vida, el conductor se sincera y responde: “No sé bien cómo definirlo… No perdido, pero fue un mes donde estuve de viaje, que no sé dónde es y en donde no quiero quedarme. Quiero poder volver de ahí. A mí lo que más me impresiona de lo que pasó es haber estado y volver. Podría no haber vuelto, podía haberme quedado ahí dos meses más o no sé cuánto tiempo. Eso es lo que me impresiona un poco”.
También aborda su relación con la espiritualidad y su creencia en Dios, destacando la complejidad y sofisticación del universo. “Yo creo en Dios, siempre lo dije. No soy una persona que vaya a la Iglesia, pero creo que hay un orden. Me parece que todo esto no es casualidad. Es demasiado sofisticado para que sea una casualidad. Tener hijas, por ejemplo, me parece una demostración de Dios. Que a una mujer le crezca una persona en la panza y que esa nueva persona tenga un destino, que piense por sí misma, es una demostración de la existencia de Dios”, señala.
Además, comparte sus pensamientos sobre la política argentina y la figura de Javier Milei. “Es como el Doctor Frankenstein que crearon todos los demás. Tampoco tengo claro si la gente coincide con su plataforma, si entiende lo que dice, más que nada ahí hay un voto bronca más grande de lo que pensamos”, define el líder libertario que lo ve en un posible balojate con Sergio Massa. “No lo puedo asegurar. Es la sensación que da por las encuestas, pero las encuestas están con dos o tres puntos de diferencia cada uno y, si contás el margen de error de dos puntos, todos empatan… Son encuestas raras”, sostiene.
El periodista se animó a contar cómo será su futuro. Hará radio desde su departamento como lo viene haciendo desde hace un tiempo hasta acá. “Mi casa como anfitriona de radio funciona bien, está súper adaptada. De hecho, yo al escritorio dejé de llamarle escritorio, ahora le digo ‘la radio’. Se incorporó a la vida cotidiana”, cuenta. Y también continuará con su programa de televisión, además, escribirá un nuevo libro después de Óxido: Historia de la corrupción en Argentina 1580-2023. “Estoy laburando en un libro que tiene que ver con el siglo XX, con los personajes incorrectos del siglo XX. Porque el siglo XXI es un siglo obediente. Messi hace los deberes, se acuesta temprano, va al gimnasio. Y el siglo XX fue más Maradona como yo. Tengo todos juntos los defectos y las pocas virtudes de los argentinos”, completa.