La primera versión ofrecida por su madre a medios alemanes fue que se había encontrado una astilla del hueso del cráneo de la joven –identificada por ADN–, pero no su cuerpo y se suponía que había muerto por un disparo en la cabeza.

Luego el  Ministerio de Exteriores de Israel informó que el cuerpo de la joven sí fue encontrado y aseguró que la joven fue «torturada y exhibida en Gaza por los terroristas de Hamas». En tanto, el presidente israelí, Isaac Herzog, le dijo al diario alemán Bild que lo que se encontró fue el cráneo de la joven y que fue decapitada.

Ricarda Louk reconoció a su hija, de 22 años, en los videos que difundió Hamas, cuando ingresó en territorio israelí a principios de mes.  Shani participaba de un festival de música en el desierto israelí del Naguev, donde los grupos comandos de la organización terrorista realizaron una masacre: 1.400 personas murieron y más de 230, entre israelíes y extranjeros, fueron capturadas como rehene

A partir del informe con fotos y videos del ataque de Hamas, Ricarda reconoció el tatuaje de su hija al ver un cuerpo en el baúl de una camioneta, una chica boca abajo con las piernas torcidas de una manera poco natural. Poco después, la mujer recibió un correo electrónico que advertía del uso de la extensión de la tarjeta de crédito de Shani en una tienda frente al “Hospital Indonesio”, lo que generó la esperanza de que estuviera siendo atendida allí.

Desde entonces, la familia de la joven aleman-israelí inició una campaña a través de las redes sociales reclamando al gobierno de Alemania que se encargara de intervenir para recuperar a Shani. La madre de la joven grabó un video en el que pedía que «no se discutieran sobre la responsabilidad» de la muerte sino que simplemente se tomara acción para sacar a la joven de Gaza.

La familia materna de Shani Louk es oriunda el estado federado de Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania, pero su madre se convirtió al judaísmo y emigró a Israel junto al padre de la joven, judío que vive en Israel. A pesar de que el caso de Shani tomó estado público a nivel internacional, su búsqueda y repatriación se transformó en algo de muy difícil concreción debido a la respuesta de Israel con bombardeos sobre Gaza, que se encuentra bloqueada y prácticamente sin suministros de energía, Internet y agua potable.

De hecho, según relató Ricarda en una entrevista con los canales de televisión alemanes RTL y NTV, el informe del Ejército israelí que dio por muerta a Shani se debe al hallazgo de un hueso del cráneo de la joven, pero su cuerpo todavía no ha sido encontrado. Según esa versión, la identificación del hueso de la joven habría sido posible porque se había tomado una muestra de ADN con material proporcionado por sus padres.

Con esta nuevo información, la madre de Louk dijo a los medios alemanes que su hija no sobrevivió para ser trasladada al hospital en Gaza y que murió el 7 de octubre o poco después, como consecuencia de un posible disparo en la cabeza durante el ataque de Hamas. «Al menos, ella no sufrió», se consoló Ricarda.

Pero el Ministerio de Exterior de Israel salió a ampliar la información al sostener que el cuerpo de la joven sí fue hallado y que había recibido torturas por parte de los combatientes de Hamas. El presidente israelí fue más allá y dijo al diario Bild que la joven fue decapitada.

«Lamento mucho informar que hemos recibido noticias de que se ha confirmado que Shani Nicole Louk ha sido asesinada y muerta. Han encontrado su cráneo. Esto significa que estos animales bárbaros y sádicos simplemente le cortaron la cabeza mientras atacaban, torturaban y mataban a israelíes. Es una gran tragedia y extiendo mi más sentido pésame a su familia», dijo el mandatario.

Desde el ataque en el desierto de del Naguev, el Ejército israelí informó haberse comunicado con 239 familias. Según fuentes militares, 40 personas siguen desaparecidas desde el ataque. De los cuerpos encontrados en el lugar, debido al estado de muchos de los cadáveres, aún no se ha completado su identificación.

Mientras tanto la ofensiva israelí sobre Gaza continúa, los corredores humanitarios se encuentran obstruidos y la ayuda ingresa a cuentagotas. Debido a los bombarderos israelíes, más de 8.300 palestinos murieron, entre los que se cuentan mujeres, niños y ancianos.